Bélgica necesita más tiempo que Irak para pactar un Gobierno
La crisis política belga sigue batiendo récords al cumplirse hoy 249 días sin acuerdo para formar Gobierno desde las elecciones del pasado 13 de junio, el tiempo que necesitaron en 2010 los partidos iraquíes para alcanzar un pacto de Gobierno que requirió aún 40 días más para plasmarse en un Gabinete. Camino de ese récord mundial absoluto, que se cumpliría a finales de marzo, Alberto II prorrogó ayer dos semanas el mandato dado al mediador Didier Reynders para elaborar un informe con posibles salidas al empantanamiento institucional.
El país, mientras tanto, sigue con su rutina habitual. El malestar ciudadano con la clase política solo se trasluce en manifestaciones como la que hoy han convocado grupos de estudiantes en diversas ciudades del país a favor de la unidad nacional.
El liberal Reynders, viceprimer ministro del Gobierno en funciones, había pactado con los líderes de las dos principales fuerzas políticas nacionales, la separatista Nueva Alianza Flamenca (N-VA) y el francófono Partido Socialista, los términos de la prórroga y esa fue la opción que sancionó el rey, que le pidió un informe definitivo para el 1 de marzo.
La parálisis política no afecta visiblemente al país, que sigue adelante con el viejo Gobierno de coalición presidido por Yves Leterme, ahora con poderes extremadamente reducidos. Las negociaciones versan sobre el contenido de la que será la sexta reforma institucional belga desde 1970, con más descentralización conforme exige la N-VA, el partido más votado de Bélgica.
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