"No soy una estrella del rock; la gente confunde timidez con hostilidad"

Que Christian Bale (Haverfordwest, Gales, 1974) es bueno se sabe desde su debut como niño prodigio junto a Steven Spielberg en El imperio del sol. Y que el último de los Batman tiene genio, también, como se comprueba en los improperios grabados que dirige a un cámara durante uno de sus últimos rodajes. De ahí que lo que sorprende tras su candidatura (y casi seguro Oscar) al mejor actor secundario por su excelente trabajo en The fighter es lo mucho que le ha cambiado el carácter a este actor de 37 años, ahora melenudo y sonriente. ¡Para que luego digan que los premios no importan!

En The fighter, Bale interpreta a Dicky Eklund, tan buen boxeador como politoxicómano, aunque imprescindible en la victoria en el cuadrilátero de su hermanastro Irish Micky Ward. Una historia real que rondaron Matt Damon, Brad Pitt y Darren Aronofsky antes que se subieran al carro Bale y David O'Russell, su director, y que le costó a Mark Wahlberg, su protagonista y productor, cinco años llevar a las pantallas. The fighter se estrena mañana viernes en España.

"Los papeles estoicos son los más difíciles; muchos creen que no haces nada"

"Cuando te cruzas con De Niro te enorgullece respirar el mismo aire"

Pregunta. La sonrisa en sus labios es tan constante como la presencia de un galardón bajo su brazo. ¿Los premios dan la felicidad?

Respuesta. Tengo que admitir que en este momento soy un niño mimado, pero a nadie le amarga un dulce. Está siendo una experiencia maravillosa, una celebración colectiva donde soy uno más en las candidaturas de la película. Me siento cómodo delante de las cámaras interpretando un papel, no tanto cuando soy yo, Christian Bale, el que habla. No soy una estrella del rock y la gente confunde la timidez de un actor con hostilidad, pero estos días estoy aprendiendo de mis errores y lo estoy haciendo mejor.

P. Mark Wahlberg no está saliendo tan bien parado pese a ser su proyecto más personal...

R. Y hay quien habla de mi generosidad al mencionarle cada vez que me dan un premio... Es simplemente la verdad. Te aseguro que los personajes tranquilos, estoicos, son los más difíciles porque la gente piensa que no haces nada. Alguien tan expresivo como Dicky, todo carácter, es fácil de interpretar, aunque no me podría volver así de loco si no contara con alguien como Mark, capaz de anclar mi personaje y el suyo en la realidad. Así que mis felicitaciones a Mark.

P. ¿Es más delicado interpretar a alguien real y además vivo, y que está a su lado durante la producción?

R. No en el caso de Dicky. Cuando le conoces te das cuenta de que lo puedes hacer todo. No me pude sentir más libre. De hecho, si Dicky no existiera, no le conociéramos, y le presentara a O' Rusell un personaje como él me diría que me estoy pasando. Pues con Dicky hasta me quedo corto. Es uno entre un millón. Con esta película me siento tan feliz como esos perros que, con la lengua fuera, sacan la cabeza por la ventanilla. Es lo mejor que me ha pasado nunca.

P. ¿Y el boxeo? ¿Es aficionado a ese deporte?

R. Vi algo de niño. No lo he seguido mucho. Mike Tyson es fascinante, igual que Evander Holyfield o Chris Eubank. Me gustaba ver sus combates como entretenimiento. ¿Yo, en el ring? Terrible. Con un amateur quizá pueda defenderme pero con profesionales... Fue como enfrentarme al oponente invisible. Acabé en el suelo bien rápido. Tuve que aprender esa calma con la que te tienes que dejar golpear, sin que se te acelere la sangre, mientras piensas tu próxima jugada. Es todo control.

P. En los Globos de Oro estuvo hablando con Robert de Niro. ¿Intercambiaron vivencias pugilísticas?

R. Cuando ves a un actor del calibre de Robert De Niro o Robert Duvall te sientes, primero, orgulloso de respirar el mismo oxígeno y, después, aprovechas para hablar con ellos. Te haces el encontradizo, si es necesario.

P. ¿Y sus melenas? ¿Nuevo estilo en esta temporada de premios?

R. Desempleo. No he vuelto a trabajar desde The fighter.

P. Hasta que le llame Christopher Nolan para Dark Knight rises.

R. Exacto. Pero sé lo mismo que tú de esta película y he aprendido de Mark a no hablar de los proyectos para, si no se cumplen, no tener que pasarme cinco años justificándome.

P. Hay quien describe The fighter como un drama familiar.

R. Tienen razón. Las peleas más importantes son las que ocurren fuera del cuadrilátero. El boxeo no es más que el telón de fondo. Mi trabajo hubiera sido imposible sin el apoyo de mi familia, de mi esposa y de mi hija, mi verdadera inspiración como actor cada vez que la veo hacer una de sus pantomimas. Siempre le digo que hacemos el mismo trabajo. Y de la familia de Dicky y de Micky, porque sin la confianza y el acceso que depositaron en nosotros esta película no existiría.

P. ¿Cree posible una película sobre su vida?

R. Creo que un buen realizador puede convertir en película la vida de cualquiera. Somos seres complejos y llenos de contradicciones.

P. ¿Y un mal director?

R. Perdería todo el conflicto, los detalles, las pequeñas cosas que nos hacen humanos. Sería una película plana y para eso ya tenemos los filmes de acción.