Para el fisco francés, Uderzo no es coautor de 'Astérix'

El pasado 27 de diciembre, el dibujante Albert Uderzo, creador de Astérix junto al escritor René Goscinny, recibió un aviso de la delegación de Hacienda francesa por el cual le reclamaba 203.000 euros debido a que no le considera coautor de los cómics del famoso guerrero galo, sino solo su "ilustrador", y eso, según el derecho tributario francés, tiene efectos legales que le perjudican claramente. Así lo contaba ayer el diario francés Le Figaro. Al despojarle de su condición de autor, Uderzo deberá abonar el 20% de las sumas declaradas por los derechos de los 24 títulos en los que solo firma como dibujante (tras la muerte de Goscinny en 1977, Uderzo siguió publicando números encargándose del guión y de los dibujos).

"Un ultraje"

Tras haber sido objeto de tres inspecciones de las que ha salido indemne, "el fisco me ataca avanzando que ser ilustrador es una 'profesión no comercial", explica el dibujante a la citada publicación, añadiendo que el aspecto monetario no es lo que más le ha molestado, sino otro que tiene que ver con los principios: "Después de 51 años de buenos y leales servicios, me despojan así de la condición de autor". "Es un ultraje que no acepto a mi edad. Por eso he contratado a un abogado especialista", añade Uderzo, de 84 años.

Este abogado, Emmanuel Perrat, especialista en derechos de autor, asegura que se siente "perplejo aun sin haber consultado toda la documentación. Está claro que hay una dicotomía entre el derecho de autor y el derecho fiscal, compuesto de textos muy embrollados que en ocasiones datan del siglo XIX". Y agrega: "¡Da la impresión de que hay un inspector fiscal en Hacienda a quien no les gustan mucho los cómics!".

No es la primera vez que Uderzo tiene problemas con los derechos de autor: en 2009, su hija Silvie le denunció por permitir la venta de las acciones de la editorial que regentaba junto a la hija de Goscinny al grupo editorial Hachette. Algo que, según ella, permitía a Hachette seguir con las aventuras con otros dibujantes y guionistas, contraviniendo el acuerdo tácito al que llegaron Uderzo y Goscinny de acabar con la publicación y los personajes cuando ambos desaparecieran.

Los tebeos de Astérix son un negocio redondo. Desde su creación, en 1959, han generado ingresos de más de 325 millones de euros.