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Errores, personal desbordado y abuso de la libre elección

El sindicato médico alerta de problemas en la nueva organización sanitaria

Elena G. Sevillano

"Estimado Javier", empieza la carta que el día 12 remitió la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts) al consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty. En ella, el sindicato mayoritario entre los médicos madrileños (segunda fuerza sindical en Sanidad tras los enfermeros de Satse) asegura que tras la puesta en marcha de los decretos de libre elección y área única han detectado "una serie de problemas" que en su momento le hicieron llegar y que se trataron en una reunión con altos cargos de la Consejería. "Ante nuestra sorpresa, se negó la evidencia y por tanto la necesidad de resolverlos", asegura la misiva. Esa "decepción" es la que les ha llevado a adjuntar a la carta un informe de siete páginas que detalla los problemas a los que se enfrentan los profesionales.

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- Errores para dar cita al paciente. Se están detectando, sobre todo en pediatría. Los especialistas de adultos se encuentran en sus consultas con niños a los que han derivado allí por error. Desde que entró en vigor la libre elección, las citas ya no se dan en el propio centro de salud. Antes, un paciente salía de la consulta del médico de familia, se dirigía a la unidad administrativa y le entregaban la cita para el especialista. Ahora, debe esperar en casa a que un operador de un call center le llame, lo que puede suceder hasta 72 horas después. "Estamos viendo también que muchas personas mayores vuelven a la consulta porque les han llamado pero no se han enterado bien, no tenían dónde apuntar o no se acostumbran a recibir instrucciones por teléfono", explica Julián Ezquerra, secretario general de Amyts.

- Utilización abusiva de la libre elección. Los médicos han detectado cierta picaresca entre algunos pacientes. Especialmente con los pediatras, que en algunas zonas escasean. Un padre solicita un pediatra para su hijo mediante la libre elección, pero ese profesional ya tiene el cupo lleno. En 15 días recibirá la denegación, pero mientras tanto el médico tiene que ver al niño. En algunos casos, los padres vuelven a pedir a ese médico y tienen otros 15 días de atención con él. Y así una y otra vez. Amyts propone a Sanidad que no se pueda volver a pedir un cambio de médico en seis meses. "Es la única forma razonable de que un paciente conozca a su médico", argumenta Ezquerra. También hay casos de pacientes que cambian de profesional hasta que consiguen lo que quieren (una baja, la prescripción de determinado medicamento...). Algo que, para Amyts, va en contra de la continuidad asistencial.

- Más tiempo para tratar al paciente. El sindicato médico propone también evitar la asignación automática del paciente, es decir, esperar los 15 días preceptivos para saber si una solicitud se acepta o se deniega. También piden la "denegación preventiva", es decir, que el sistema no permita elegir a los profesionales que ya tienen demasiados pacientes. Eso evitaría que los médicos pierdan tiempo escribiendo un informe de denegación para cada paciente, sobre todo cuando es evidente que la petición se va a denegar por exceso de cupo. "Se trata", dice Ezquerra, "de que en el poco tiempo que tenemos para cada paciente nos dediquemos a atender su problema médico y no a cuestiones administrativas".

- Médicos sobrecargados. El sindicato alerta al consejero de que "los cupos óptimos no se cumplen" y el nuevo sistema "los perpetúa". Ezquerra asegura que hay zonas, como la antigua área sanitaria 6, en las que los cupos de todos los médicos superan los 2.000 pacientes de media. Las sociedades científicas aconsejan un cupo máximo de 1.500 pacientes para que la atención sea la adecuada.

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- ¿Dónde está la historia? Hay "dificultades" para acceder a la historia clínica de los pacientes adjudicados por libre elección, asegura Amyts. Si esa persona no procede del mismo centro de salud, lo más probable es que el médico no pueda verla. AP-Madrid, la nueva aplicación informática centralizada -permite acceder a la base de datos desde cualquier centro-, solo está instalada en el 30% de los ambulatorios. La Consejería de Sanidad aseguró ayer que la relación con Amyts es fluida y que las reuniones con el consejero son habituales.

Menos gasto en medicamentos

Madrid cerró el año 2010 con un crecimiento negativo del gasto en medicamentos, según el cálculo que ha hecho el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM). Por primera vez desde que computan esos datos, desciende la facturación de recetas al Sistema Nacional de Salud. El gasto, según los datos de la organización colegial, ascendió a 1.319,8 millones de euros, lo que supone una reducción del 0,29% con respecto a 2009.

El descenso se explica por dos factores, según la Consejería de Sanidad. El primero, el impacto de los dos recortes de precios que impuso el Gobierno central el año pasado, que se han traducido en una reducción del precio medio de la receta del 0,7% (cálculo del COFM). Sanidad atribuye otra parte de la reducción al incremento de la prescripción de medicamentos genéricos.

Las farmacias madrileñas recuerdan también en un comunicado que, mientras el gasto farmacéutico se ha reducido, el número de recetas ha aumentado ligeramente. Es decir, "los datos de 2010 no suponen un cambio de tendencia del gasto, ya que apenas se ha conseguido frenar la prescripción de recetas, sino que son reflejo de una política de reducción de precios agresiva y agotada, que está poniendo en riesgo la viabilidad de la farmacia". La caída en la facturación "deja en una precaria situación a la farmacia madrileña", asegura la organización colegial, que advierte de que si no se corrige la situación muchas entrarán en pérdidas.

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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