Las olimpiadas del arte actual
Carolyn Christov-Bakargiev adelanta los ejes de la Documenta 13 que dirige
Carolyn Christov-Bakargiev se explica bien. Basta leer los 15 folios de la carta al mundo que adjuntó, casi camuflada, en la nota de prensa de presentación de la Documenta 13 a finales de octubre (documenta.de) para darse cuenta de que tiene las ideas claras. Otra cosa es que sea sencillo resumir el torbellino de conceptos y propuestas que maneja esta estadounidense de 53 años afincada en Italia. Dirige la exposición que el 9 de junio de 2012 convertirá la ciudad alemana de Kassel en el epicentro del arte y, tal vez, del pensamiento contemporáneo.
- La idea. ¿De qué irá la próxima Documenta? Difícil decirlo. "Paso gran parte de mi tiempo pensando en cómo no tener un concepto. Vivimos en una sociedad de la información en la que todo está muy simplificado y dar el concepto es parte del problema". ¿Qué sucederá? "Esto ya es más interesante. Habrá unos 120 artistas, muchas cosas, pero aún no las puedo decir..., aunque dejo caer muchos nombres en mi carta". También, el de Chus Martínez, conservadora del Macba y una de las más estrechas colaboradoras de Christov-Bakargiev en esta Documenta: "Será una danza, una gran coreografía de obras, pensamientos, personas...".
"Paso gran parte de mi tiempo en intentar no tener un concepto"
- Amor y deseo. "Estoy interesada en temas como la amistad, el amor... En los últimos 30 años se ha hablado mucho del deseo... Deleuze, deseo; Foucault, deseo; Lacan, deseo... Pero se ha dicho muy poco de cuestiones afectivas. Antes de Kant sí que se hablaba de amor. Para él, en el deseo había dos aspectos negativos: uno es la impaciencia; el otro el capricho. Ahora vivimos en un mundo en el que el deseo se ha vuelto capricho".
- El negocio de la creatividad. "Vivimos ya en un mundo determinado por una nueva economía y política que pasa sobre todo por el trabajo intelectual, esto que los americanos denominan capitalismo cognitivo", señala. "Ahora, todo tiene que ser creativo, es lo único que se valora. Hace falta una alianza de sensibilidad y cerebros entre todas las disciplinas para imaginar una reacción a este matrix diabólico que es el mundo globalizado que considera a la creatividad como un producto".
- Mujeres y filosofía. Christov-Bakargiev es la segunda mujer que dirige Documenta. De la primera, la combativa Catherine David, directora de la décima edición, solo tiene buenas palabras. "La conozco desde hace años, la admiro y respeto mucho. Pertenece a una segunda generación de mujeres [la primera fue la de María de Corral, Ida Gianelli...] que lo tuvo complicado porque estuvo muy sola. Para mí es más fácil porque ya somos muchas. David presentó a excelentes artistas e introdujo de nuevo el discurso en el arte tras la quiebra de los ochenta. En aquel momento era importante hacerlo, pero ahora ya es el concepto dominante. Por eso hay un cierto cansancio. Cuando digo hablar del amor y no del deseo me refiero a esto, a no hablar de lo discursivo sino de lo filosófico".
- Archivo. "No se puede ignorar el tema porque vivimos en la época del archivo. Google es una navegación por archivos; YouTube es un gran archivo; incluso el mapa genético es un archivo de la vida. Pero en los noventa o incluso en los 2000 no se pensaba en lo que significa este impulso archivístico, se hacían y ya está. Una exposición era un gran archivo. Como la maleta de discos de los dj's de los noventa. Ahora los artistas están más interesados en pensar lo que significa ser un sujeto en un mundo lleno de archivos".
- 'Arte povera' e Internet. La Documenta ya ha empezado con dos proyectos opuestos pero paralelos. Uno es la puesta en marcha en la Red del proyecto And And And, en el que Ayreen Anastas y Rene Gabri van informando, de manera intermitente, de las acciones o encuentros que tienen con otros artistas o colectivos en lugares distantes como Armenia, Georgia, Estados Unidos, Perú o Afganistán. El otro es la instalación de la obra Idee di Pietra, de Giuseppe Penone en el Auepark de Kassel. "Es la misma obra, con la misma piedra, que se pasó meses mirando la bahía de Sidney durante y después de la bienal que dirigí en 2008. En cuanto me he estabilizado en Kassel la he traído. Es un signo de que la Documenta comienza con su preparación. Y también es una declaración de mi biografía. El arte povera forma parte de mi pasado, vengo de Turín, donde durante años dirigí el Castello di Rivoli, y de joven estaba muy ligada a Boetti, Merz, Pennone, Fabro... Me han enseñado mucho, sobre todo esta visión que tienen de que materia y concepto son una misma cosa que se conecta a través de la energía.
- El poder de los artistas. "Efectivamente durante bastante tiempo los artistas no han sido muy poderosos. Es algo típico de los periodos académicos. Pasó en la segunda mitad del siglo XIX y fue entonces cuando Manet, enfadado porque le habían expulsado del Salón, retomó el poder inventando las exposiciones personales. Las personas libres recuperan siempre el poder de la cultura tras estos periodos convencionales. Simplemente, dicen no. Esta es la libertad. Ahora los artistas son muy potentes aunque el mundo del arte aún no se ha enterado. Están conectados, crean redes, están retomando las riendas. Vivimos un momento muy parecido a lo que pasó en 1965 o 1966. O en el periodo de 1906-1907".
Museo de 100 días
- Historia. Desde su nacimiento en 1955, cada cinco años (o cuatro en sus inicios) la ciudad de Kassel acoge durante 100 días esta exposición que siempre suele generar polémica y debate. La anterior tuvo como artistas invitados a Ferran Adrià y Ai Wei Wei.
- En 2012. Se celebrará del 9 de junio de 2012 al 16 de septiembre de 2012. La dirige Carolyn Christov-Bakargiev (Estados Unidos, 1957), que dirigió el Castello di Rivoli en Turín entre 2002 y 2008, que tiene en su grupo central de agentes a la española Chus Martínez.
Habrá entre 120 y 150 artistas. De la conversación con la directora pueden aventurarse los nombres de Dora García, Francis Alys, Pierre Huyghe o el escritor Mario Bellatin.
- Más información: www.documenta.de
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.