"Por el poder que me ha sido concedido, te perdono, pavo"
Puede que sea una de las ceremonias más tontas a las que tiene que asistir el presidente: el perdón al pavo de Thanksgiving (el Día de Acción de Gracias). Pero la prensa está presente y sienta bien desengrasar de vez en cuando. Con la crisis más grave vivida entre las dos Coreas desde el alto el fuego de 1953 como tema de discusión en la Situation Room de la Casa Blanca, el presidente de EE UU ha abandonado por un momento el gesto serio para practicar la mejor de sus carcajadas riéndose de sus propias bromas.