Las previsiones de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), presentadas ayer en París, preconizan una salida de la crisis más lenta y dolorosa de lo esperado para el conjunto de países industrializados. Y en España esta será aún más retardada y penosa.
La crisis del euro
A pesar de la resistencia planteada de los últimos días, y de un nacionalismo que percibe la ayuda exterior como cesión de la propia soberanía, los gestores políticos y económicos de Irlanda parecían ayer resignados a convertirse en el segundo país de la eurozona rescatado de la crisis en lo que va de año, después de Grecia.
La morosidad de los créditos concedidos por bancos, cajas, cooperativas y establecimientos financieros de crédito (EFC) a particulares y empresas se situó en el 5,49% en septiembre, 0,12 puntos menos que en agosto, según el Banco de España. Este es el tercer descenso en lo que va de año y se iguala a la tasa de marzo de 1996.