Los disturbios en Haití dificultan la labor humanitaria
Los bloqueos de carreteras impiden el tránsito de recursos sanitarios
Los disturbios provocados por manifestantes haitianos, que piden la salida del país de los cascos azules nepalíes del contingente de la ONU en Haití, están entorpeciendo las labores humanitarias para frenar la epidemia de cólera que se ha cobrado hasta ahora más de 1.000 muertos, indicaron ayer las autoridades locales. Según el Gobierno, las barricadas levantadas por los manifestantes en Cabo Haitiano y en otros puntos del país donde el cólera está haciendo mella impiden el traslado de recursos sanitarios y humanos para atender a los afectados y continuar con las labores de prevención del contagio.
Los incidentes, que comenzaron el pasado lunes en la provincia de Cabo Haitiano, a 130 kilómetros al norte de Puerto Príncipe, han causado la muerte de dos personas, alrededor de una veintena de heridos y decenas de detenidos. Las protestas se extendieron ayer a las provincias del centro del país.
Representantes de la ONU y del Gobierno haitiano insisten en calificarlas de políticas, organizadas y para nada espontáneas. En su opinión, están promovidas por quienes no quieren que las elecciones presidenciales y legislativas del 28 de noviembre transcurran con la mayor normalidad posible.
Los manifestantes acusan al grupo de cascos azules de Nepal de haber llevado el cólera a Haití a principios de octubre, cuando se incorporaron al contingente de Naciones Unidas. La ONU se apoya en los resultados negativos de dos investigaciones para negar la vinculación de los soldados nepalíes con el brote de cólera que ya ha contagiado a más de 18.000 personas.
Si hasta el lunes el cólera se había registrado únicamente en Haití, el martes por la noche, República Dominicana confirmó el primer caso en su país. Se trata de un obrero haitiano que regresó de sus vacaciones el pasado 12 de noviembre a la localidad de Higüey, a unos 180 kilómetros al este de Santo Domingo. El ministro de Salud, Bautista Rojas, aseguró que el contagiado -Wilmo Lowell, de 32 años- "se encuentra estable" y que se han tomado "todas las medidas" pertinentes para impedir nuevos casos. También pidió que se eviten las alarmas y garantizó que se están siguiendo los protocolos internacionales de vigilancia y seguridad propios de este tipo de situaciones. Ayer por la mañana, el presidente dominicano, Leonel Fernández, mantuvo una reunión de emergencia con gran parte de su Gabinete y con un representante de la Organización Panamericana de la Salud para evaluar la situación.
Las autoridades sanitarias de Florida (EE UU) confirmaron también ayer un caso de cólera -una ciudadana que había viajado a Haití a visitar a su familia-, pero garantizaron que no hay riesgo de que se pueda propagar. Rob Hayes, portavoz del Departamento de Epidemiología de Florida, explicó que el diagnóstico fue "confirmado por los laboratorios" y que la mujer se encuentra en buenas condiciones.
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