La OEA asegura que las elecciones haitianas están en buen camino

La Organización de Estados Americanos (OEA) ha asegurado este viernes que los preparativos para las elecciones haitianas del próximo 28 de noviembre "están en buen camino", aunque ha señalado que aún quedan desafíos por enfrentar. La Misión de Observación Electoral Conjunta (MOEC) de la OEA y de la Comunidad del Caribe (Caricom) ha indicado en un comunicado que la dinámica electoral en el empobrecido país se ha consolidado a medida que el proceso avanzaba. Asimismo, ha destacado los esfuerzos que realiza el Consejo Electoral Provisional (CEP), encargado de organizar los comicios, "para enfrentar los numerosos desafíos a los cuales se vio confrontado a nivel técnico, administrativo, político y humanitario".

De acuerdo con la MOEC el órgano electoral "tiene como mandato la difícil tarea de organizar elecciones en un país en el cual la situación humanitaria y social se ha deteriorado como consecuencia del terremoto del 12 de enero de 2010 , de la epidemia de cólera y del huracán Tomás ".

Sobre el posible impacto que pueda tener en las elecciones el brote de cólera que ha matado en un mes a 1.186 muertos en el país, la MOEC ha manifestado que "es difícil de medir, sobretodo en cuanto concierne a la participación electoral".

La MOEC ha llamado a los haitianos a acudir a votar para elegir al nuevo Jefe de Estado y al Parlamento "cuya tarea de importancia primordial será la de llevar a cabo la relocalización de los damnificados y la reconstrucción del país". Cerca de 4,6 millones de haitianos figuran en el padrón electoral para las elecciones presidenciales y legislativas convocadas para el próximo 28 de noviembre, según datos del organismo.

Reunión de la ONU

Se ha referido también a las protestas llevadas a cabo en el país los últimos días por cientos de manifestantes que acusan a la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah) de haber originado el cólera al verter materia fecal a un río que atraviesa el departamento de Artibonite, donde se inició el brote. "Las aprensiones con respecto al entorno de la seguridad fueron exageradas por los recientes incidentes en Cabo Haitiano (norte del país) y Hinche (centro)", ha señalado la OEA.

La Asamblea General de la ONU celebrará una reunión informal el próximo 3 de diciembre para analizar la situación en Haití. El jefe de la Minustah, Edmond Mulet, ha calificado este viernes los actos violentos de "criminales e irresponsables", ya que, en su opinión, condenan "a una muerte segura" a miles de enfermos de cólera. "Cada segundo que pasa puede salvar o destrozar miles de vidas", ha señalado Mulet en un comunicado, en el que ha advertido que los disturbios están impidiendo la asistencia médica a los pacientes. "Si esta situación [de violencia] perdura, cada vez más pacientes que esperan desesperadamente cuidados corren el riesgo de morir, cada vez más haitianos corren el riesgo de ser atrapados por la epidemia", ha clamado Mulet.

Cólera en las cárceles

El brote de cólera, que se extiende por todo el país, ha llegado a la prisión central de Puerto Príncipe, donde ya han fallecido 13 personas en los últimos días, según ha informado el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). El portavoz, Marçal Izard, ha señalado que, además, otros 50 presos han contraído la enfermedad y ha expresado el temor de que la epidemia se expanda rápidamente en la prisión debido al hacinamiento. La cárcel de la capital acoge a unos 2.000 internos, cerca de una cuarta parte de todos los presos en Haití. Además, otros cuatro reclusos han fallecido en Mirebalais (Este), uno en Hinche (en la misma región) y otro en Saint Marc (Norte), según un portavoz de la Policía Nacional del país.

En la vecina República Dominicana, donde no hay víctimas mortales, el número de enfermos de cólera ha ascendido a tres al declararse dos nuevos casos, que afectan a una abuela y a su nieta, de tres meses, ambas dominicas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha asegurado este viernes que la epidemia se va a extender a República Dominicana, aunque no será tan devastadora como en Haití.