Los correos del zar Dostoievski
Le dolía Rusia. Admiraba a Pushkin y Gogol. Enseñó a leer en una cárcel siberiana usando un Evangelio. Adoraba la botella pero le entristecía recordar. Escribió novelas míticas como Crimen y castigo o Los hermanos Karamazov y centenares de artículos donde se metió en todos los charcos del siglo XIX.