Una reina llamada Lady Gaga
La cantante arrasa en los premios de MTV entregados en Madrid
Montando galas televisivas los responsables de MTV son unos expertos. Anoche convirtieron la Caja Mágica de Madrid en varias cajas mágicas con un enorme escenario en forma de cubo giratorio que les permitía tener cuatro espacios diferentes preparados en cada una de sus caras. Los productores decidieron inspirarse en las matriuscas, esas muñecas rusas que contienen otra muñeca más pequeña en su interior y, así, lo cúbico fue protagonista. También era un cubo el pequeño escenario auxiliar desde el que los presentadores daban paso a las actuaciones y los premiados agradecían sus galardones. Un poco de humo de pega y por medio de una pequeña plataforma ascendente aparecían en escena como desde el centro de la tierra.
La actuación de Rihanna fue uno de los momentos de la noche
Eva Longoria aparte de una de las mujeres desesperadas favoritas de medio mundo resultó ser una magnífica anfitriona. La actriz, que tuvo que interrumpir el rodaje de los nuevos capítulos de la serie, aterrizó ayer en Madrid en plan sencillo: en un jet privado junto a nueve amigas para convertirse en una de las maestras de ceremonias más glamurosas que han tenido los European Music Awards a lo largo de sus 17 ediciones. A la altura de las 11 de la noche, la presentadora se había cambiado al menos en seis ocasiones de traje y zapatos y presentado en espanglish a su "familia española": cuatro musculados chicos en calzoncillos con el nombre de la actriz escrito en el trasero.
La noche musical comenzó con una Shakira envuelta en miles de confetis y un público aleccionado por la organización para aplaudir entre premio y premio al menos durante 30 segundos seguidos. La velada dio para varios momentazos televisivos como la conexión en directo con Budapest donde Lady Gaga agradeció sus premios a mejor artista pop, mejor artista femenina y mejor canción por Bad romance. La cantante estaba radiante con uno de sus imposibles estilismos: el pelo amarillo anaranjado y unas gafas con cristales de purpurina morada. A renglón seguido, el mundo entero, se fue hasta la Puerta de Alcalá donde Katy Perry ya estaba actuando en su concierto gratuito. La magia de la tele consiguió que un despliegue de fuegos artificiales desde el centro de Madrid llegara a una audiencia potencial de más de 632 millones de hogares repartidos por 159 países de todo el mundo.
En el plano estrictamente artístico, resultó un poco alucinante que el galardón a mejor banda alternativa se lo entregaran a unos casi recién llegados Paramore, por encima de Arcade Fire, Gorillaz o los Gossip de Beth Ditto. Según los organizadores, a la gala asistieron 8.000 espectadores que pudieron escuchar la sonora pitada que un sector le ofreció a Justin Bieber por su premio a mejor artista masculino.
Uno de los momentos más logrados de la noche fue, sin embargo, la actuación de Rihanna que interpretó una versión de Only Girl (In the world), con el escenario transformado en un cuadro de Magritte, en una copia de una de las mejores escenas de la película El caso de Thomas Crown. Por su parte Kings of Leon pusieron el lado rockero con Radioactive, iluminados con unas siniestras luces blancas.
Según los organizadores, Los MTV EMAs se emitieron en directo para más de 600 millones de hogares de todo el mundo. Los premiados que supuestamente se eligen a través de las votaciones del público recabaron mucho más interés que el año pasado. Se contabilizaron más de 46 millones de votos, un 32% más que en 2009. Parece que cuando se juntan música y televisión, no hay crisis que valga.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.