Una prueba de fuego para la gran apuesta de la aeronáutica europea

El Airbus 380 es el superjumbo con el que la industria aeronáutica europea quiso plantar cara al todopoderoso 747 estadounidense de Boeing. Es el resultado de más de 10 años de investigación y de un desembolso de 12.000 millones de euros. Es la historia de varios retrasos. Y ha supuesto, como todas esas grandes obras que Europa se pone a hacer en grupo, más de un quebradero de cabeza. Con el incidente de ayer, el avión comercial más grande del mundo se encuentra con una nueva piedra en el camino.

Aún no se sabe si el incidente se debe a algún problema propio del motor o a una interferencia externa, como el choque con aves o residuos, lo que ayudaría a despejar los recelos sobre el aparato. El mercado ya aplicó ayer su castigo a EADS, la matriz de Airbus, y Rolls Royce, fabricante del motor. EADS cayó un 4,05% ayer en la Bolsa de París, hasta los 18,25 euros, mientras que Rolls bajó un 5,04%, hasta las 6,2 libras, en la Bolsa de Londres. El fallo ocurrió cuando el mercado australiano estaba ya cerrado, con lo que el efecto para Qantas se verá hoy.

El A-380 es clave en el desarrollo del negocio del consorcio europeo

Se trata del primer incidente grave del aparato desde su lanzamiento

Fuentes de Airbus consultadas rechazaron "especular" sobre el impacto futuro del incidente y recalcaron que los clientes confían en la aeronave y que "no se ha recibido ninguna cancelación". Es el primer incidente grave del A-380 desde su lanzamiento. El programa cuenta con una cartera de pedidos de 234 unidades.

Iván San Félix, analista de Renta 4 que trata el sector aéreo, cree que la reacción del mercado podría haber sido peor. "Este avión es la principal apuesta de Airbus. Con lo fatalista que es muchas veces la Bolsa, las acciones podrían haber bajado mucho más", apunta, aunque añade que los efectos finales se darán cuando se conozca el origen del fallo.

En cualquier caso, es la guinda para el A-380. Su estreno no se deslizó sobre una alfombra roja: el consorcio europeo entregó la primera unidad en 2007 a Singapore Airlines con un retraso de casi dos años cuyo coste se cifró en 5.000 millones de euros de penalización. Después se repitieron los retrasos en otras entregas y la previsión de pedidos, con la dureza de la crisis económica, se revisó a la baja.

En tres años de vida, ha comercializado 37 unidades a grandes aerolíneas como Qantas, Emirates, Singapore Airlines y Lufthansa, pero no ha logrado seducir a la industria aérea americana.

El castigo en la Bolsa ya es un hecho. Pero la repercusión del incidente de ayer en ventas es todavía una incógnita. De momento, Qantas y Singapore Airlines han paralizado la utilización del superjumbo. Lufthansa también decidió suspender anoche las operaciones con A-380 para efectuar una revisión técnica de las mismas, aunque reanudará los vuelos con total normalidad hoy, según informó un portavoz de la compañía a Europa Press.

Se trata de un aparato de 73 metros de largo y 24 de alto, con capacidad para hasta 853 personas distribuidas en dos pisos, aunque la configuración habitual del aparato limita el espacio a unas 550 plazas. Las fábricas españolas de Airbus están ubicadas en Getafe, Illescas (Toledo) y Puerto Real (Cádiz). El consorcio ha confiado al A-380 una de sus claves de crecimiento, sobre todo ante los mercados asiáticos. Boeing contraatacó con el lanzamiento de su 787 Dreamliner, que despegó en diciembre de 2009 tras acumular también dos años de demora. Los dos grupos constructores mantienen un duro pulso comercial.

Los lanzamientos de grandes aeronaves no resultan sencillos. El avión de transporte militar A-400M, un proyecto valorado en 20.000 millones de euros, también acumula retrasos y precisamente mañana se reunirán en Toulouse los compradores europeos de la aeronave para analizar los costes derivados de la demora. Reino Unido y Alemania planean reducir sus pedidos.

El consorcio formado por CASA, DASA, Aérospatiale Matra y BAE Systems se transformó en 2000 en la empresa Airbus con el lanzamiento ya de un superjumbo entre sus planes. La historia de la aeronave lleva también detrás una etapa de luchas de poder en la cúpula de Airbus.