_
_
_
_
Reportaje:

Juanes protesta otra vez

El cantante recuerda en su nuevo disco a las víctimas de una matanza paramilitar ocurrida en Colombia

Tereixa Constenla

A veces Juanes se levanta con poca gana de ser Juanes. "En ocasiones me digo "¿por qué me tengo que meter en estas cosas?", pero lo hago porque no puedo cambiar mi forma de ser, si creo en algo me meto a fondo".

Estas cosas son: pedir la despenalización de la marihuana, organizar conciertos por la paz en lugares que dan mucha guerra política o, como ahora, escribir una canción contra los paramilitares que masacraron a los vecinos de Segovia (Colombia), que se incluye en P.A.R.C.E., el disco que saldrá a la venta el 7 de diciembre.

"Veinte tipos armados llegaron el 11 de noviembre de 1988 en tres carros y empezaron a matar indiscriminadamente a toda la gente del pueblito solo porque votaban a la izquierda", cuenta en un hotel de Madrid. La historia reciente de Colombia está plagada de exterminios similares, pero a Juanes le estremecieron los crímenes de Segovia mientras leía un libro sobre la extinción de la izquierdista Unión Patriótica a fuerza de atentados y asesinatos.

El artista baraja organizar un concierto por la paz en Ciudad Juárez
"No puedo cambiar mi forma de ser, si creo en algo me meto a fondo"

Juanes (Medellín, 1972) es un tipo pegado a la realidad que hace canciones pegadizas. Hay ejemplos mirando atrás (La historia de Juan es la de un niño de la calle y Rosario Tijeras, la de una pistolera violada en la infancia) y adelante. El nuevo trabajo arranca con un tema, Quimera, donde recuerda catástrofes recientes (los terremotos de Chile y Haití, las inundaciones de Nueva Orleans...), y se pregunta qué hacer con la naturaleza.

-¿Y qué se puede hacer?

-Lo único que nos queda es amarnos, creer en esta energía tan bonita que parece que no tiene importancia.

Con la respuesta, se evapora el tipo pegado a la realidad y aflora la retórica de un soñador. Que también está en Juanes: basta recordar esa suerte de plegaria rumbosa que es A Dios le pido. En suma, que el realista se inspira en los conflictos colectivos y el idealista se guía por los individuales: el amor, la ruptura, la soledad, la amistad.

En su nuevo álbum hay una loa a los amigos y el mismo título, P.A.R.C.E., es un término usado en Medellín para referirse a los colegas. "Cuando llego a Medellín mis amigos me siguen tratando tan mal como antes, seguimos siendo igual que antes de mi fama", sostiene.

Él mismo sigue pareciendo un chico cualquiera de Medellín, que conserva los amigos de entonces. El día de la entrevista viste vaqueros y camisa. Se pliega a todas las exigencias promocionales con la obediencia de un colegial. "¿Tengo tiempo para lavarme los dientes?", llega a preguntar a la gente de la discográfica antes de partir hacia un estudio de televisión. No hay tabúes ni cuestiones espinosas prohibidas. Lo bueno de Juanes es que ha decidido no ir de cantante de éxito políticamente correcto. Opina sobre cualquier asunto y se moja una y otra vez, a sabiendas de que significarse disgustará a una parte del mundo.

Ocurrió con el concierto de la paz en La Habana, que montó en 2009 con su amigo Miguel Bosé, tras la experiencia iniciada en la frontera colombiana para mediar en una bronca diplomática a tres bandas (Colombia, Ecuador y Venezuela). Las críticas de la oposición castrista causaron bajas de algunos artistas (Ricky Martin o Enrique Iglesias). En Miami se destrozaron discos del colombiano a martillazos. "A pesar de lo duro que fue nunca fui capaz de dar un paso atrás, estamos muy convencidos de que mereció la pena", asegura ahora.

-¿Dónde haría hoy un concierto por la paz?

-Nos gustaría mucho ir a Ciudad Juárez y El Paso, pero es un tema difícil. Nos han dicho que vayamos con mucho cuidado porque puede ser peligroso para nuestras familias.

Juanes está convencido de algo que irrita mucho al presidente de México, Felipe Calderón: la tremebunda semejanza entre la violencia causada por el narcotráfico en la Colombia de hace unos años y el México de hoy. "Por más que hagan no lo pueden parar, en Colombia no lo han podido parar. Se irá transformando y corrompiendo todos los niveles de la política y la sociedad, a no ser que busquen otras salidas como la despenalización o la educación preventiva".

Juanes, el pasado viernes en un hotel de Madrid.
Juanes, el pasado viernes en un hotel de Madrid.GORKA LEJARCEGI

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Tereixa Constenla
Corresponsal de EL PAÍS en Portugal desde julio de 2021. En los últimos años ha sido jefa de sección en Cultura, redactora en Babelia y reportera de temas sociales en Andalucía en EL PAÍS y en el diario IDEAL. Es autora de 'Cuaderno de urgencias', un libro de amor y duelo, y 'Abril es un país', sobre la Revolución de los Claveles.
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_