Suavizar el rizo

La revolución de la suavidad capilar ha llegado a las peluquerías mediante un sistema capaz de liberar a las cabelleras más electrizadas de ese aspecto bufado permanente que exige más de media hora diaria frente al espejo. La llegada de este nuevo ritual técnico promete reducir el tiempo de arreglo capilar a 10 minutos cada mañana.

Se trata de un tratamiento a base de queratina, la proteína que otorga consistencia al cabello, la piel y las uñas. La misma queratina que nos defiende de modo natural frente a las agresiones externas y que perdemos cuando el pelo se vuelve áspero, frágil y poroso. Después de vigilar de cerca su comportamiento en el laboratorio, las fórmulas regeneradoras y antienvejecimiento incluyen queratina como principio protector y alisante.

"Empleamos queratina hidrolizada de máxima pureza, extraída de lana de ovejas de Nueva Zelanda"

Después del alisado japonés y las planchas cerámicas, la nueva técnica de doma profesional para cabellos rebeldes está protagonizada por la queratina; un método no radical que relaja en un 95% el alboroto habitual de los rizos. "La técnica original americana se llama Keratin Complex, creada por el estilista Peter Coppola, disponible ya en 4.000 salones de peluquería bajo uso exclusivo profesional", explica Francisco Jover, responsable de la firma en España.

Los principales componentes de Keratin Complex no son tan secretos como los de la Coca-Cola. "Son tres: un 42% de queratina, benzocaína y siliconas volátiles. La benzocaína actúa como vehículo reduciendo la queratina para poder ser asimilada a través de la cutícula del cabello. Una vez en el interior se encarga de relajar (en lugar de romper) los puentes cistínicos y polimerizar esa queratina a través de la plancha para proceder al sellado final con silicona", aclara Jover. "La queratina que se emplea es queratina hidrolizada de la máxima pureza extraída de lana de ovejas de Nueva Zelanda que no se calienta durante el proceso de obtención", aclara Jover.

"Sirve para todo tipo de cabellos, incluso lisos. Sin embargo, en rizados, porosos y castigados los resultados son más espectaculares. Al margen de las melenas, los pelos cortos y finos consiguen más cuerpo y grosor, además de la posibilidad de peinados impensables antes de la aplicación de esta técnica", explica Iker García, peluquero.

Otra propiedad añadida al proceso de reconstrucción es el brillo, como consecuencia del cierre hermético de las escamas del cabello, lo que produce un fenómeno físico de reflexión de la luz y también facilita el peinado, permitiendo conseguir bucles con la plancha, puntas disparadas, rulos... Y un secado ultrarrápido en siete minutos.

Pero este milagro tiene fecha de caducidad limitada a 3 o 5 meses, dependiendo del tipo de cabello, mucho tiempo para lo que se tarda en realizar el tratamiento completo, entre una hora y media y tres horas. Al igual que los tintes convencionales, esta técnica no se aconseja durante el embarazo y la lactancia, "por cuestiones de sensibilidad o alergias", dice Jover. El tratamiento cuesta desde 95 euros un flequillo hasta 350 euros una melena.