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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Pieza a pieza

Rubalcaba desmiente con hechos cualquier pacto y continúa el desmontaje del entramado etarra

La detención en la madrugada de ayer de nueve presuntos dirigentes de la estructura Ekin, columna vertebral del entramado que dirige ETA, según la Audiencia Nacional, viene a ser una respuesta por vía de hecho a las especulaciones sobre la posibilidad de un cambio de estrategia antiterrorista del Gobierno. La respuesta se dirige a los sectores del entorno etarra que, tras el anuncio encapuchado del día 5, habían reclamado un gesto simétrico por parte del Gobierno. La respuesta es que el Estado de derecho no está en tregua.

Responde también a las sospechas sembradas por ciertos sectores políticos y de opinión en el sentido de que esa semitregua probaba la existencia de un pacto secreto entre el Gobierno y ETA. Esos sectores tienen la hipótesis ideológica de que el Gobierno actual busca la oportunidad de repetir la negociación de 2006, y ve síntomas que confirman su sospecha en cualquier movimiento que afecte a la banda.

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Por ejemplo, absurdamente, en ciertos traslados de presos disidentes o con dudas; absurdamente, porque a quien más molesta esa estrategia penitenciaria es a la jefatura de la banda. Hace cinco meses fueron detenidos los supuestos miembros de la red de abogados encargados de transmitir a los presos las consignas de la dirección y de evitar disidencias en las cárceles.

De acuerdo con la estrategia de desmontaje pieza a pieza del entramado, ahora le ha tocado turno a Ekin. La sentencia de la Audiencia Nacional que juzgó en 2007 a varios de sus dirigentes atribuía a esa estructura las funciones de coordinación entre la banda en sentido estricto y su entorno, y de dirección política de todo el entramado. Es decir, las que hasta fines de los años noventa desempeñó la Coordinadora KAS, cuyas actas sirvieron para que el juez Garzón elaborase su teoría de ETA como un todo que desplegaba una estrategia político-militar. El Tribunal de Estrasburgo avaló la ilegalización de Batasuna por considerarla "instrumento" de esa estrategia.

Eso no significa que los miembros de ese partido y el resto de organizaciones del entorno de ETA sean miembros de la banda; pero sí que existen personas en su seno (en función de "comisarios políticos", dijo ayer Rubalcaba) con doble militancia. Sería el caso de Ekin como estructura de dirección política por cuenta de ETA. El material incautado ayer permitirá averiguar si esa sigue siendo su función, y cuál es su papel en relación a la brecha abierta entre la vanguardia armada y la desarmada.

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