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Reportaje:BELLEZA

Hombres y báscula, métodos que funcionan

Al menos 1.600 millones de adultos (población a partir de los 15 años) tienen sobrepeso en el mundo, de los cuales 400 millones llegarán a ser obesos, según un cálculo realizado por la Organización Mundial de la Salud. Dos de cada tres personas con sobrepeso u obesidad habitan en países en desarrollo, la mayor parte de ellos en mercados emergentes y economías en transición. De seguir la tendencia actual, las proyecciones para el año 2015 son de 2.300 millones de adultos con sobrepeso y 700 millones de obesos en todo el mundo.

Frente a un problema en el que las mujeres se ven especialmente afectadas, el número de hombres con sobrepeso aumenta día a día. "Generalmente se trata de hombres que han hecho mucho deporte y, por cambios en sus hábitos laborales o en su vida cotidiana, llegan al sedentarismo sin darse cuenta. Demasiados almuerzos de trabajo, demasiadas cenas o copas con amigos en la historia del sobrepeso masculino", comenta la doctora Graciela B. Sajeva, directora de la Clínica Ravenna de Madrid. Actualmente, la proporción de mujeres y hombres que pasa por centros para adelgazar es del 70% de féminas frente al 30% de pacientes masculinos.

La proporción de personas que pasa por centros para adelgazar es del 70% de mujeres y del 30% de hombres
"El ejercicio incrementa el consumo de calorías y evita la pérdida de masa muscular que se produce al perder peso"

Si nos fijamos en ellos, el perfil medio del hombre a dieta es un varón entre los 35 y 50 años, que ha disminuido su ritmo de actividad física juvenil y ha desorganizado la alimentación por motivos sociales y laborales. Eso sí, una vez que decide adelgazar, el hombre es mucho más constante que la mujer. "Mi experiencia profesional me demuestra que los hombres abandonan menos en el corto-medio plazo que las mujeres", comenta la doctora Amparo Martínez Riquelme, del servicio de endocrinología y nutrición de IML. Quizá se deba a que ellos no pasan periodos de ansiedad relacionados con la sobrecarga familiar y laboral, y tampoco están expuestos a los cambios corporales y metabólicos de las mujeres en sus ciclos mensuales. "Curiosamente", continúa Martínez Riquelme, "muchos hombres que empiezan el tratamiento reciben un apoyo y sacrificio extra por parte de sus esposas o parejas (y de toda la familia, en general), cosa que no ocurre cuando es la mujer la que decide realizar una dieta. Es muy frecuente ver en consulta cómo la mujer de un hombre en tratamiento también decide ponerse a dieta, aunque sea suave, para ayudarle y que el trago sea más fácil; pocas veces he visto al hombre cambiar de hábitos, a veces muy incorrectos, por lo contrario".

Sobre la mejor época para comenzar una dieta, los expertos se decantan tanto por el otoño como por la primavera. "Aunque la época más demandada es la primavera, en los meses de otoño los hombres llegan con muchas ganas. Contamos con dos meses antes de las navidades, lo que nos permite poner en práctica cambios en los hábitos alimentarios y afrontar mejor la época de excesos", afirma la doctora Sajeva. Parece fundamental elegir bien la época para conseguir los mejores resultados. Mejor periodos libres de compromisos, fiestas o eventos, sin viajes, que nos permitan mantener los hábitos y costumbres de una manera constante.

Otro de los puntos en los que coinciden todos los expertos consultados es en la recomendación de simultanear la dieta con ejercicio físico. Así opina la doctora Inma Sánchez-Bejo, responsable del departamento de medi-

cina estética corporal de la Clínica Planas: "El ejercicio incrementa el consumo de calorías y evita la pérdida de masa muscular que se produce al perder peso. También resulta beneficioso para mantener la elasticidad de la piel y alejar la flacidez". Hay quien prefiere hablar de actividad física en general en lugar de hablar de deporte. Tal es el caso de la doctora Laura Bartolomé, del departamento de endocrinología y nutrición de Imema: "La actividad física en sí misma puede tomar muchas formas. Lo importante es eliminar el sedentarismo e incorporarla de forma natural y sostenible en la rutina del paciente. En general, y siempre dependiendo del estado de salud inicial, se suele recomendar una combinación de actividad aeróbica (que puede ir de una sencilla caminata a ejercicio de mayor intensidad cardiovascular) unida a la tonificación muscular".

Sobre si conviene o no complementar la dieta y el ejercicio con tratamientos estéticos, todos coinciden en que las técnicas encaminadas a drenar, reafirmar y tonificar la piel, como mesoterapia, carboxiterapia, radiofrecuencia, digitopuntura o drenaje linfático ayudan a mejorar el estado de la piel. "Cualquier tratamiento que mejore nuestra autopercepción y con el que nos sintamos mejor y más en forma nos ayudará a mantener la motivación necesaria para conseguir los objetivos. Desde este criterio, siempre sugiero a los pacientes iniciar el tratamiento de adelgazamiento con dieta y actividad física, y solo tras alcanzar el 50% del objetivo de pérdida de peso fijado comenzar con tratamientos complementarios", afirma el doctor Pineda.

Para terminar, la opinión es unánime a la hora de resaltar los riesgos de adelgazar por cuenta propia, sin supervisión médica. El menor de los riesgos sería no conseguir adelgazar o hacerlo en base a otros elementos distintos a la grasa. "Perder agua y masa muscular es insano, y en muchos casos contraproducente y sobre todo inútil. Muchas de las dietas milagro producen este tipo de pérdida de peso, que se recupera en pocos días. Además puede haber riesgos para la salud, aunque en general esto solo se daría en el caso de dietas muy descabelladas o en pacientes con alteraciones previas de su salud o con edades avanzadas", comenta el doctor Pineda.

La doctora Bartolomé va más allá al afirmar que "el verdadero problema actual es que se trata la obesidad con dietas que tienen efectos perjudiciales para la salud y con fórmulas magistrales o productos de herbolario que no han demostrado su eficacia y de los que en muchos casos se desconoce su composición, conteniendo muchas veces derivados de las anfetaminas, diuréticos, laxantes, hormonas tiroideas, etcétera. Una dieta poco equilibrada puede provocar carencias nutricionales, empeoramiento de la salud, pérdida de masa muscular y desequilibrio de electrolitos".

1 Recuperar buenos hábitos

El método reeducador. Se centra en reducir volumen y peso creando un hábito de alimentación sano y saludable. Elaboran planes a medida en función de las necesidades del paciente y se utilizan diferentes pautas y modelos, según los requerimientos nutricionales individuales, las intolerancias, el estilo de vida, etcétera. El fin es la reeducación nutricional. Se recomienda practicar ejercicio físico. Pruebas: estudio corporal (medidas corporales, masa muscular y ósea, niveles de agua y de grasa), análisis de sangre y test de intolerancia. Apoyos: en condiciones normales no se recomiendan suplementos o pastillas. En algunos casos, como en el de los fumadores, se recomiendan anti-oxidantes y vitaminas del grupo E, licopeno, selenio… Seguimiento: visitas médicas cada 10 o 14 días. Después, cada 3-4 meses. Precio: presupuestos personalizados. Contacto: Clínica Planas; Pere de Montcada, 16, Barcelona; 932 03 28 12. Padilla, 17, Madrid; 915 78 46 76.

2 Evitar el efecto rebote

El método sostenible.Se trata de una dieta basada en intercambios de grupos de alimentos (incluye todos los grupos alimentarios para asegurar una nutrición variada y completa). Es una dieta que permite la sostenibilidad a largo plazo y evita el temido "efecto rebote", tan habitual en las dietas de adelgazamiento exprés. Pruebas: análisis de sangre, electrocardiograma y un estudio clínico para determinar si la obesidad no es provocada por alguna patología médica subyacente. Apoyos: si el paciente no tiene problemas de salud, no se recomienda el aporte de suplementos o pastillas. En determinadas ocasiones se contempla la colocación de un balón intragástrico. Seguimiento: en general, una consulta semanal. Precio: programa de dieta personalizada y revisiones: 600 euros. Colocación de balón intragástrico (incluye consultas con endocrino, endoscopista, anestesista, revisiones…): 3.900 euros. Contacto: www.imema.es; 913 50 14 56; info@imema.es

3 La táctica multidisciplinar

El método de la dieta proteinada. El abordaje es multidisciplinar: médicos, dietistas, nutricionistas, asesores en actividad física y apoyo psicológico. Es una dieta muy baja en calorías, donde los hidratos de carbono son aportados en forma de verduras. Es muy baja en grasa y con aporte de proteínas de muy alta calidad (productos elaborados, y posteriormente en forma de proteínas de origen animal o vegetal). Para ello se indica, de forma personalizada, la cantidad de proteína a ingerir cada día. Las fases de tratamiento intenso o activo dan paso, de forma progresiva, a la introducción de todos los nutrientes hasta establecer una alimentación saludable que mantenga el peso perdido de forma permanente. Pruebas: analítica específica y completa; electrocardiograma y exploración completa. Apoyos: esta dieta requiere de un equilibrio de proteínas. Además se complementa con minerales y vitaminas, para mantener un correcto estado de salud. Seguimiento: visitas médicas cada 10-14 días. Después, cada 3-4 meses. Precio: primera visita de tratamiento: 100 euros. Revisiones: 55 euros (se pueden adquirir bonos). Contacto: www.iml.es; paseo del General Martínez Campos, 33, 28010 Madrid; 913 19 83 80; consulta@iml.es

4 un poco de todo

El método combinativo. Trabajan con diversos planes de adelgazamiento con elementos comunes: control de la respuesta insulínica, alimentos con bajo índice y carga glucémica, de 5 a 6 tomas diarias de alimentos, abundancia de líquidos isotónicos, más proporción de nutrientes hacia las proteínas y reducción de la proporción de hidratos de carbono, progresión en la re-introducción de alimentos poco favorables y realizar una actividad física moderada tres veces por semana durante 40 minutos. Las dietas son personalizadas, agresivas o moderadas. Pruebas: analítica general con perfil bioquímico y hormonal. Apoyos: complementos vitamínicos o minerales para suplir carencias. Seguimiento: cada dos semanas hasta conseguir el 60% del objetivo fijado y mensual hasta la fase de mantenimiento. Precio: primera consulta: 90 euros. Revisiones: 50 euros. Contacto: www.hedonai.com, en toda España; 902 30 30 75; info@hedonai.com

5 el poder de la fuerza mental

El método corte, medida y distancia. Es un tratamiento interdisciplinario: medicina, psicología, nutrición y actividad física. Hay un plan de descenso y otro de mantenimiento. Se basa en el corte con el exceso de comida (porciones dobles, picoteo), medida en la comida (en las porciones, en el peso, en el talle) y distancia entre y con las comidas. Actúa en cuerpo, mente, conducta y hábitos. Pruebas: analítica completa y electrocardiograma. Si el paciente presenta más patologías, se realizan pruebas específicas. Apoyos: vitaminas y minerales de venta en farmacias, y si se tiene medicación previa prescrita por otros médicos, se coordina con ellos. Seguimiento: semanal o quincenal. Precio: planes mensuales que incluyen consultas médicas, nutricionales y psicológicas (trabajo en grupo), y actividad física: entre 559 y 895 euros. Contacto: www.clinicaravenna-madrid.com; General Arrando, 7, Madrid; 915 930 980; info@clinicaravenna-madrid.com

¿Cuándo adelgazar?

El secreto: empezar a tiempo

El momento adecuado para decidir adelgazar es cuando se tiene más de un 10% del peso ideal, opinan los médicos. "Cuando el peso supera entre el 5% y el 10% del peso saludable y esto tiene impacto sobre la salud, la actividad física habitual o la imagen corporal, hay que plantearse hacer dieta", explica el doctor Pedro Pineda, director médico del centro Hedonai Serrano de Madrid. "En el supuesto de un hombre de 35 años, de complexión media y 175 cm de altura, su peso de equilibrio debería oscilar entre 70 y 74 kilos. Por encima de 78-80 kilos, debería plantearse algún tipo de esquema de alimentación y actividad física para conseguir volver a una situación de equilibrio. Hay que tener en cuenta que las pérdidas por encima del 15% del peso de partida son difíciles de lograr con procedimientos no agresivos". En ciertos casos cercanos a la obesidad se hace imprescindible adelgazar para evitar riesgos más graves para la salud, como es el caso del temido infarto.

El peso ideal

Un sencilla forma de cálculo

Antes de pensar en adelgazar, y hacerlo con salud, conviene conocer algunas recomendaciones. Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria, el indicador más aceptado como medida de obesidad es el índice de masa corporal (IMC= kg/m2), también conocido como índice de Quetelet. Para hallarlo, basta actuar según el siguiente ejemplo: dividir el peso (82 kg) por la altura (1,78 m, multiplicada por sí misma=3,16), lo que daría un resultado de 25,9. El peso ideal se sitúa en el rango que va de 18,5 a 24,9. Por debajo, la persona tiene falta de peso. Por encima, sobrepeso. Hasta 29,9 sería considerado preobeso. Por encima, obeso, que a su vez tiene varias categorías. Aunque el IMC es el índice más utilizado en la mayoría de los estudios epidemiológicos como indicador de adiposidad corporal, se le reconocen ciertas limitaciones en personas con mucha musculatura, como deportistas, y en personas con poca masa magra, como ancianos.

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