La difícil salida de la crisis
"La codicia es buena", decía Gordon Gekko en Wall Street. Esa película se estrenó en plena resaca del crash de octubre de 1987 y su secuela está a punto de llegar a los cines, de nuevo en plena resaca -en esta oportunidad, de la Gran Recesión-, aunque con una diferencia: de aquella crisis bursátil que apenas afectó a la economía real se salió a toda velocidad.
Hacía tiempo que no se sentía tanto pesimismo entre los que están obsesionados con la marcha del mercado inmobiliario en Estados Unidos. Y esta semana se cumplieron sus temores. La situación actual, dicen, es fruto de lo que denominan como "la tormenta perfecta".
Inmersas en la crisis más devastadora de las últimas décadas -paro desbocado, impuestos al alza, salarios a la baja...-, las familias han notado últimamente pocas alegrías en sus bolsillos. La cuota hipotecaria ha sido hasta ahora uno de los escasos motivos de buenas noticias, ya que revisión tras revisión se iba haciendo más pequeña.