"Montar un taller de motos era la ilusión de mi vida"
Miquel Cabré tenía el título de mecánico de motos pero trabajaba en una empresa que manipulaba papel de lija en Rubí (Vallès Occidental). Cuando le echaron, explica, decidió "liarse la manta a la cabeza". Tiene 48 años y acaba de dar el paso, tras capitalizar el paro. Necesitó 24.000 euros. "No puedo quejarme de cómo me va en estos cuatro meses", dice. "Era la ilusión de mi vida". "La necesidad te puede acabar empujando hacia algo que te hace mucha ilusión", coincide Roser Reig, dueña de Industrial Lab.
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