Cataluña ya comienza a recomponer su tejido empresarial

"A veces me pregunto dónde me he metido o si lo sabré hacer, pero razono como si tuviera la nevera vacía y debiera inventar cómo llenarla". Así habla Roser Reig, que, a sus 54 años y "movida por la necesidad", acaba de constituir un nuevo negocio, Industrial Lab, dedicado al análisis de agua y medio ambiente. Esta bióloga, vinculada durante 14 años a la docencia universitaria y con experiencia empresarial previa a través de su laboratorio clínico que ahora renquea, es una de las protagonistas de la tímida pero clara recomposición del tejido empresarial que ya se detecta en Cataluña.

Por primera vez tras dos años de debacle económica, durante tres meses seguidos (mayo, junio y julio) se han constituido más empresas en comparación con los mismos meses del año anterior. En el primer semestre de 2010, se registraron nuevas 8.710 sociedades mercantiles, según el Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Idescat, lo que significa un avance del 13,8% respecto de enero y junio del año pasado, en que se habían creado 7.650. Queda aún un largo camino hasta recuperar las 11.737 de 2008. "La destrucción de tejido empresarial ha sido tan enorme que inevitablemente llega la mejora", constata Joaquim Solà, profesor de la Universidad de Barcelona.Solà insiste en que recuperar el tejido "llevará tiempo" y en que "sería un error que ocurriera gracias a un repunte de la construcción, donde se han esfumado 1,2 millones de empleos que otros sectores deberán absorber".

No es que se hayan dejado de destruir empresas. Si hasta junio se crearon 8.710, en el mismo periodo se cerraron 1.174, el 14,8% más que en el primer semestre de 2009. "Antes se destruían, pero es que, además, no se creaban", señala Josep Lluís Olmedo, presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos de Cataluña. Olmedo incide en la cantidad de negocios que lanzan las mujeres.

Cataluña también gana trabajadores autónomos, tras haber perdido 130.000, según Salvador Duarte, presidente de la Confederación de Trabajadores Autónomos de Cataluña, ligada a UGT. El pasado 31 de julio, había de alta 544.135, 789 más que en enero. "Desde mayo notamos un cambio de tendencia, pero hay que ver si se mantiene tras el verano porque en muchos casos es trabajo estacional que no requiere gran inversión", añade Duarte.

Por esa vía abunda el profesor asociado de EADA Joan Ribas: "El volumen de capital invertido por las nuevas empresas es muy pequeño. En julio hablamos de poco más de 1.000 empresas y de un total de 42 millones, lo que implica que son empresas muy pequeñas: un nuevo restaurante, un negocio de distribución de juguetes. Es bueno, pero haría falta proyectos con mayor aportación al PIB".

Nadie cuestiona que estamos en un punto de inflexión. Tampoco el presidente de la patronal Cecot, Antoni Abad. "No seguimos en caída libre", reconoce, con prudencia. "La estadística que se nos avecina se compara con unas cifras tan desastrosas que todo va para arriba, aunque eso puede ayudar anímicamente al consumo, al enviar el mensaje de que ya no se va hacia atrás". Pero Cecot insiste en las reformas pendientes, "una laboral más a fondo, otra educativa y otra para el sector público". Y clama por más crédito para las empresas.

En el mencionado caso de Roser Reig, obtener capital no fue un camino de rosas. Tras ver cerrarse muchas puertas, rebajó su presupuesto inicial de 280.000 euros a 180.000. Al final obtuvo el sí del Sabadell y del Santander. Reig tiene palabras de elogio para el servicio de creación y consolidación de empresas Vapor Llonch, del Ayuntamiento de Sabadell, localidad en que han nacido 92 empresas en el último medio año, cuando fueron 24 en la primera mitad de 2009.

La Generalitat corrobora la impresión de que el crédito no abunda. "No se detectan mejoras, los bancos y las cajas se lo miran con lupa, hay que esperar a que se acaben de normalizar las emisiones de deuda del Estado y a que culmine el saneamiento del sector financiero", opina Gemma Garcia, subdirectora general de Estudios del Departamento de Economía. Garcia alerta de que la incertidumbre, que se mantiene, impide afirmar con contundencia que vamos hacia una recuperación vigorosa. La previsión sobre el crecimiento de Cataluña para 2010 aguanta: en términos interanuales, será del -0,5%. En el segundo trimestre avanzó el 0,1% sobre el primero. "El segundo semestre será más delicado y algunos indicadores como el de consumo podrían moderarse tras la subida del IVA o el fin de las ayudas a la compra de coches", añade, pero "la recuperación de la industria es interesante y las noticias que llegan desde Alemania son esperanzadoras", en alusión a una mejora del crecimiento. La locomotora europea tira ya del sector exterior catalán, vía exportación.