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La 'roja' inunda Buñol

La Tomatina atrae a 45.000 festeros a las calles del pueblo

Pablo Ferri

De las cebollas podridas se pasó a los tomates; luego llegó un reportero de Televisión Española, Javier Basilio, y fue el "boom". Más tarde ya llegaron los turistas, el Ayuntamiento se implicó de verdad y los festeros de Buñol encarrilaron la Tomatina, que se celebró ayer, como cada último miércoles de agosto, en su éxito actual.

Quedan unos minutos para las 11.00, la hora del chupinazo, y Goltrán Zanón, fundador de la Tomatina de Buñol, reposa en una silla a escasos metros de una ventana del Ayuntamiento buñolense. "Esto ya da miedo", murmura mientras mira por el cristal, "hay mucha gente, mucha, mucha gente". Tiene razón. La concejal de Fiestas, Pilar Garrigues, asegura que este año han llegado 45.000 visitantes, algunos miles más que el año pasado. Lo cierto es que las calles aparecen repletas horas antes de que empiece la Tomatina; mientras, el nervio de algún grupo festero encuentra desahogo en lanzar camisetas como si fueran obuses: las mojan, las convierten en balas de algodón y las lanzan contra la cabeza que peor les parezca. Así, dos horas. Luego llegan los tomates.

Son 100.000 kilos de tomates de pera cultivados para la ocasión en Moncofa, 100.000 kilos de munición mullida que vuela de los camiones a los festeros. "Esta variedad de tomate tiene la piel muy fina y son fáciles de estrujar", comenta Pilar Garrigues. Blandos o no, se libra una batalla de algo más de una hora en las cuatro calles del centro de Buñol, de 11.00 a 12.00 y poco. Cinco camiones a rebosar del fruto rojo recorren las calles y los vecinos echan agua y más tomates desde los balcones. Es una fiesta, "una fiesta pagana", que dice el eurodiputado buñolense Andres Perelló. Tan pagana que el protagonista trasciende a cualquier cofradía o hermandad; son los visitantes los que mandan, los locales, los japoneses, que hay muchos, los ingleses y australianos. Caben todos, hasta la actriz Tilda Swinton, que anda por allí en medio, o las cámaras de rodaje de una superproducción bollywoodiense que se llama Solo se vive una vez. La Tomatina volverá el próximo último miércoles de agosto, una vez más.

Un festero se bañaba ayer en la sopa de tomate y agua en la Tomatina de Buñol.
Un festero se bañaba ayer en la sopa de tomate y agua en la Tomatina de Buñol.TANIA CASTRO
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Sobre la firma

Pablo Ferri
Reportero en la oficina de Ciudad de México desde 2015. Cubre el área de interior, con atención a temas de violencia, seguridad, derechos humanos y justicia. También escribe de arqueología, antropología e historia. Ferri es autor de Narcoamérica (Tusquets, 2015) y La Tropa (Aguilar, 2019).

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