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El Vendrell reta a la Generalitat a terminar con los 'manteros'

El alcalde pide ahora que la policía acabe con el mercadillo ilegal que pactó con los vendedores - Los comerciantes abren hoy la vía judicial contra los alcaldes

El alcalde de El Vendrell (Baix Penedès), el convergente Benet Jané, retó ayer a la Generalitat y al Ministerio de Interior para que acaben con el mercadillo de manteros que él mismo ha ayudado a nacer en una plaza del municipio. "¿Por qué no actúan? Ya saben dónde están los vendedores, pero incumplen sus competencias", afirmó, en referencia a la presencia de inmigrantes en situación irregular y a la venta por los manteros de películas piratas y productos falsificados.

Hace dos semanas, el Ayuntamiento de El Vendrell pactó con los propios manteros acotar un espacio para el mercadillo ilegal. El de Calafell, gobernado por el PSC, se sumó a la iniciativa la semana pasada. La situación se ha alargado lo suficiente como para que el Cuerpo Nacional de Policía -competente para perseguir los delitos contra la Ley de Extranjería- y los Mossos d'Esquadra -que deben perseguir la venta de materiales falsificados y piratas- hubieran intervenido, entiende Jané. El alcalde de Calafell, Jordi Sánchez, también reclama en su municipio la actuación de otros cuerpos policiales que, considera, tienen "competencias directas sobre los manteros". Hasta anoche, sin embargo, ningún cuerpo policial dependiente de estas administraciones se ha personado en las zonas donde los manteros mercadean con total normalidad. Para Jané, el pacto alcanzado con ellos, "es lo mejor para El Vendrell". Los manteros, por su parte, prosiguieron ayer entre apacibles y esperanzados ante el aumento de las ventas en esta segunda quincena de agosto, sin despegarse de las plazas que sendas localidades les han asignado para que mercadeen sin ser acosados por la Policía Local.

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La aparente pasividad de los Mossos d'Esquadra y el Cuerpo Nacional de Policía -cuerpos dependientes de la Generalitat y del Gobierno central- es la enésima pieza incomprensible en este embrollo fraguado por los propios municipios que ahora reclaman la actuación policial. Los Ayuntamientos defienden que sus competencias solo atañen a la posibilidad de prohibir o regular la venta ambulante, algo muy distinto a dedicarse a perseguir manteros de forma permanente. "La ley está pensada para que gestionemos los mercadillos tradicionales pero quieren que asumamos esta nueva problemática sin aportarnos soluciones", insistió Jané. El alcalde lamentó que nadie del Gobierno ni de la Generalitat se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento para abordar la polémica. "Siempre nos dan la espalda, estamos solos. Por eso nos vemos obligados a actuar así", lamentó para, a su vez, plantarse ante las amenazas de los comerciantes locales.Los comerciantes registraron a mediodía una queja a modo de ultimátum para los dos municipios que toleran este tipo de venta irregular y aseguraron que hoy interpondrían una denuncia contra los alcaldes por prevaricación si la ilegalidad no era erradicada a lo largo del día de ayer. No fue así y el alcalde de El Vendrell ya aguarda, "sin miedo", las imputaciones que puedan derivarse del asunto. Implicar en el caso al Gobierno y a la Generalitat por el supuesto incumplimiento en las competencias de sus cuerpos policiales será la estrategia municipal en caso de que se admita a trámite la querella penal, advirtieron fuentes municipales.

"Si no actúan todos los cuerpos policiales para erradicar esta situación, mañana mismo empezaremos la batalla legal por la prevaricación de estos alcaldes", señaló por la mañana Juanjo Espina, portavoz de los comerciantes de la localidad. Espina aseguró que la querella la tramitará la Confederación del Comercio de Cataluña, aunque se mantienen a la espera de que la fiscalía actúe de oficio sobre esta ilegalidad. Ya por la tarde, sin embargo, concedió parte de razón al alcalde. "Es una barbaridad que ni Mossos ni policías de Interior actúen. Saben dónde trabajan los manteros y qué ilegalidades se están cometiendo. No entendemos nada", lamentó Espina.

El consejero de Interior, Joan Saura, aseguró la semana pasada que veía "razonable" que los municipios pacten con los manteros pero precisó que los Mossos mantendrían el acoso a este tipo de venta irregular "como han hecho siempre". Interrogado sobre el asunto, un portavoz de Interior ratificó a este diario que los Mossos mantendrían la vigilancia policial en estas localidades y alegó que no se podían detallar planes sobre posibles operativos policiales contra las zonas ilegales de El Vendrell y Calafell, dado que informar previamente de este tipo de operaciones mengua su efectividad. La medida, que al menos resolvería el agravio comparativo que denuncian los comerciantes y restablecería la legalidad en estos municipios, sigue sin concretarse.

Pasadas las nueve de la noche, de hecho, el mercadillo ilegal de El Vendrell hormigueaba de compradores como nunca. Entre 70 y 80 manteros no daban abasto ante cientos de turistas que accedían al recinto. "La gente ha empezado a conocernos y esto funciona", celebraba sin despegarse de su manta Thomas, camerunés en situación irregular visiblemente cómodo con el nuevo formato de negocio que, a su vez, ya genera una nueva realidad en el municipio. En el paseo marítimo solo se apostan otro tipo de manteros: de piel blanca y estética ecologista, decenas de jóvenes ofrecían collares y prendas de ropa aunque no productos falsificados. "Estos sí pueden vender y a los negros, a perseguirlos", se quejó Xavi Font, vecino que lamentó el cartel escrito a mano por los propios inmigrantes que publicita la nueva ubicación de los manteros: "Mercado de los morenos, merece la pena", reza el texto, acompañado de una flecha en dirección a la plaza del nuevo mercadillo.

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