Comida sobre ruedas

Diez de la noche. Paz total. Las niñas duermen felices en la parte de arriba. Para ellas es su cama, el lecho más emocionante del verano, que ocupa todo lo largo y ancho de la furgoneta. Xavi Codina, cocinero, y Nuna Cerdà, enfermera, viajan con sus dos hijas, Mariona, de tres años, y Airí, de año y medio, en una Mercedes Benz, modelo Viano Marco Polo, de color rojo. Allí duermen, pero también comen, se visten y se duchan. Es un espacio para cuatro personas con dos armarios de cocina, dos para la ropa y otros dos cajones más. Rebobinemos. A las diez de la mañana la familia despierta en una explanada alta y con algo de hierba. Ponen el mantel en el suelo, pero algunas hierbas pinchan. Deciden montar la mesa dentro y preparar el desayuno. El automóvil dispone de todo lo necesario. Los fuegos aparecen bajo una encimera. El agua se activa desde atrás. Los armarios esconden aceite o azúcar. "Normalmente viajamos a lugares que nos interesan por algún motivo: un lago, un sitio para escalar, un punto de partida para las caminatas... una vez allí encuentras caminos que te llaman para parar", explica el cocinero.

"Normalmente, uno cocina y otro se queda jugando con las niñas", explica Xavi. Él y su familia viajan en furgoneta

La clave es elaborar menús con una despensa y nevera básicas completadas con los productos del viaje

El desayuno esta mañana no ha resultado difícil, la comida requiere más atenciones. "Normalmente, uno cocina y el otro se queda jugando con las niñas", explica Xavi, propietario del restaurante barcelonés La Panxa del Bisbe. Aunque Xavi juega con ventaja, quien fríe el pollo en el interior de la furgoneta es Nuna. Mientras, las niñas se encargan de la ensalada de arroz y juegan con los mejillones. La madre soporta con paciencia el calor que desprende el frito. Mariona se mancha de tomate y su padre abre un cajón en el que aparecen decenas de camisetas. La Ferrari, así llaman a la furgoneta por su color, se comporta muy bien. La familia acaba de adquirirla y el nombre no es el definitivo. No todos están de acuerdo.

La pequeña cocina no tiene límites. Hace unos días Xavi preparó un risotto de ceps. En su despensa nunca falta aceite, sal, azúcar, pasta, arroz... Después, quien decide es el lugar. Compran allí donde van y prueban nuevos ingredientes. "Aquí tienes más tiempo para cocinar", asegura Xavi. Y, por supuesto, para disfrutar de la tranquilidad. Las niñas duermen después de una jornada agotadora. Y ellos, los padres, se han preparado una cena romántica. El campo tampoco tiene límites.

Hora del desayuno

En nuestra despensa: cereales (a ser posible, bio), aceite de oliva virgen, mermelada, mucha fruta, poco azúcar, leche entera de verdad y yogur de calidad.

Ingredientes adquiridos por el camino: pan, magdalenas, fruta, tomates, fuet o cualquier embutido, dependiendo de la zona en la que nos encontremos. Combinar todos estos elementos según el día y el lugar con el fin de montarnos desayunos completos, disfrutando del inicio del día al aire libre. Por supuesto, los cereales se combinan con leche, yogur o fruta.

Hora de la comida

Mejillones de lata con verduritas cortadas y patatas fritas

En nuestra despensa tenemos mejillones escabechados en lata y una bolsa de patatas fritas.

De las verduras que nos encontremos en el camino, pimiento verde, rabanitos, cebolla, zanahoria... Picaremos estas verduras para dejarlas muy pequeñitas (si es posible, también un poco de perejil) y las mezclaremos con los mejillones y su propia salsa. Comer recogiendo los mejillones y las verduritas con las patatas fritas a modo de cuchara comestible.

Ensalada de arroz

Ingredientes para cuatro personas: 200 gramos de arroz blanco cocido. Existe la opción de cocer el arroz en la furgoneta, pero cuesta tiempo y gasta gas. Mejor llevar uno o dos kilos de arroz cocinado en casa que servirá para diferentes preparaciones como ensaladas y salteados. Además, cuatro cucharadas de salsa de tomate frito, seis pepinillos picaditos, un huevo duro, una cucharada de alcaparras picadas, una lata de atún pequeñita, una cucharada de café de perejil picado y dos cucharadas de mayonesa de bote y bien refrigerada en todo momento.

Mezclar todo en un bol y dejar reposar en la nevera una hora para comerlo bien frío.

Salteado de garbanzos

100 gramos de garbanzos cocidos de bote, medio pimiento rojo cortado a tiras, unos triángulos de calabaza cortada, unos 50 gramos de hierbas como el tomillo, romero, hinojo..., dos cucharadas de aceite de oliva, sal y pimienta. Saltear todo en el fuego y servir como guarnición del pollo frito y las croquetas que prepararemos a continuación.

Pollo frito

Dos pechugas de pollo cortadas a tiras de más o menos 1 centímetro de ancho por el largo de la pechuga. Marinar durante unas seis horas con sal, pimienta, unas gotas de zumo de limón y unas hierbas de Provenza secas. Una vez marinadas, rebozar con harina, huevo y pan rallado que hemos hecho dejando secar el pan y rallándolo grueso. Congelar y transportar en ese estado en nuestra caravana. Una vez en la furgoneta, freír con un buen aceite de oliva.

Croquetas

Cuatro cebollas picadas bien finitas, 120 gramos de mantequilla, 300 gramos de recortes de jamón ibérico bien picaditos, un pollo asado, deshuesado y picado, dos huevos cocidos y picados, 780 gramos de leche, más o menos, 125 gramos de harina, cantidad suficiente de sal, pimienta negra y nuez moscada, y aceite de girasol (1 decilitro).

Colocar en una olla el aceite de girasol, la cebolla, sal, pimienta y nuez moscada y rehogar hasta que esté bien pochada (pero que no dore). Añadir el jamón picadito, revolver, incorporar la mantequilla hasta que funda y poner la harina para remover con la mantequilla unos 3 o 4 minutos a fuego muy suave. Vamos incorporando la leche, que previamente hemos hervido en un cazo. A esta masa, añadir el pollo y el huevo picado y remover unos 15-17 minutos más a fuego muy suave. Colocar en una bandeja, dejar enfriar a temperatura ambiente, refrigerar 24 horas en una nevera y formar croquetas ayudándonos de dos cucharas, dado que esta masa es muy untuosa. El truco consiste en hacer la forma de las croquetas con las dos cucharas y colocarlas en una bandeja con papel film o de horno. También se recomienda congelar, dado que al estar tan tierna la masa sería muy complicado rebozarlas.

Una vez congeladas, preparamos el clásico proceso de harina, huevo y pan rallado y las devolvemos al congelador sin que se hayan descongelado. Sacar de la nevera unas seis horas antes de comer y freír lentamente en aceite de oliva. El truco de congelarlas antes de rebozarlas permite tener unas croquetas sabrosas y crujientes con una textura melosa por dentro.

Postre

Ingredientes para cuatro personas: dos plátanos, ocho nueces, seis cucharadas de chocolate fundido (el chocolate se puede fundir al baño María o al sol si es verano) y cuatro cucharadas grandes de helado de vainilla.

Cortar el plátano en rodajas, colocar sobre este una bola de helado de vainilla, las nueces y, por encima de todo ello, el chocolate fundido. El plátano es una fruta que aporta energía y minerales y viaja de maravilla, siempre fuera de la nevera.

Para una cena 'deluxe'

Ensalada de jamón, Idiázabal y frambuesas

Para dos personas: una lechuga pequeñita, hoja de roble, lechuga francesa... 16 lonchas de jamón de pato, 10 triangulitos finos de queso Idiazábal, dos cucharadas de frambuesas frescas, a ser posible recogidas en el campo, vinagre de Módena y aceite de oliva. No añadir sal, ya que el jamón y el Idiazábal son bastante salados.

En un par de boles, colocar las hojas de lechuga cortaditas con los dedos, insertar en medio el jamón de pato y el queso Idiazábal, colocar por encima las frambuesas y aliñar con aceite y vinagre.

Bonito marinado casero

con tostadas de mantequilla al 'wasabi'

Ingredientes para dos personas: un lomo de bonito de unos 350 gramos, limpio y precioso. Añadir a este lomo 30 gramos de sal y 10 gramos de azúcar. Dejar marinar en la nevera durante 24 horas. Así se puede envolver y llevar de excursión, siempre y cuando lo mantengamos refrigerado.

Para preparar la mantequilla, dejar en casa 100 gramos a temperatura ambiente hasta que adquiera textura de pomada, mezclar con una cucharadita de café de wasabi en polvo, colocar en un bol y conservar refrigerada en nuestra furgoneta. Emplear tostadas guardadas en la despensa del automóvil y prepararlas con la mantequilla de wasabi y las lonchitas de nuestro bonito marinado.

Bizcocho bañado en ron con cerezas y nata montada

Ingredientes para dos personas: bizcocho, que se puede comprar por el camino, buen ron, cerezas sin hueso. El punto sofisticado puede darlo un sifón con nata montada. Mojar el bizcocho en ron, colocar las cerezas y la nata montada. Acompañar esta cena con un buen cava.

Lo más importante para viajar en furgoneta es tener combustible y crear los menús con una despensa y nevera básicas que completaremos con los productos del viaje y los caprichos divinos que llevemos de casa.