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El PSOE corteja al PP en la recta final de la reforma laboral

Los socialistas ofrecen nuevas causas de despido que ven bien los populares

La reforma laboral se vota mañana en la Comisión de Trabajo del Congreso después de que ayer saliera de la fase de ponencia sin que el PSOE contara con el apoyo explícito de ningún grupo, aunque hubo acercamientos parciales. El desapego imprevisto de CiU ha hecho que el PSOE redoblara sus esfuerzos por acercarse al PP, que aún no ha decidido su voto. Por tanto, los socialistas buscan el sí del PP, y al menos la abstención del CiU, PNV y CC, aunque tampoco tira la toalla respecto a los dos últimos. Todos están en desacuerdo, derecha, nacionalistas e izquierda, a pesar de que el PSOE les presentó ayer 17 enmiendas transaccionales para tratar de que todos los grupos, por separado, se identifiquen con algún aspecto de la ley.

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Como ya pasara en la negociación con los sindicatos y la patronal , las causas del despido continúan encallando la negociación. No obstante, en las negociaciones de la ponencia, celebrada a puerta cerrada, y en las discusiones oficiosas, se aprecia un endurecimiento de las posiciones de CiU, junto a una mayor receptividad del PP en varias materias, y, singularmente en las causas por las que los empresarios pueden despedir a los trabajadores.

El PSOE ha presentado una transacción con tres supuestos para el despido objetivo: la existencia de pérdidas en las empresas, la disminución relevante de los beneficios de las compañías y la falta persistente de liquidez. Para los grupos de izquierda resulta totalmente rechazable que una empresa pueda despedir "porque no tenga suficientes beneficios", señaló Gaspar Llamazares, de IU.

En el texto original del Gobierno figuraba como causa de despido la existencia de una situación económica negativa , lo que comportaría una indemnización de 20 días por año, frente a los 45 del despido improcedente.

Lo cierto es que los supuestos del PSOE no son rechazados por el PP aunque aún va a intentar que se tenga en cuenta como causa de despido objetivo una situación "preventiva", explico el diputado del PP José Ignacio Echániz, que ayer mismo comió con el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, para limar diferencias. El PP busca que se pueda despedir ante la previsión cierta de que va a bajar la producción. Pese a esto, Echániz anoche se mostraba en desacuerdo con la metodología elegida por el Grupo Socialista en las enmiendas transaccionales.

En el capítulo del despido, CiU mostró ayer su desacuerdo por el rechazo del PSOE a aceptar que se puedan extinguir contratos "por causas mínimamente razonables". Tanto PNV, a través de Emilio Olabarría, como Coalición Canaria, son partidarios de no dejar tan abiertas las causas de despido. Pero lo cierto es que las expectativas del PSOE de sacar adelante la reforma con CiU se esfuman. Carles Campuzano avisó ayer de que si no se aceptan sus enmiendas de la "razonabilidad mínima" para el despido, junto a otras, singularmente el absentismo como causa de despido, el desacuerdo está servido. El PSOE se niega, "de entrada, ya veremos de salida", a incluir el absentismo, reconoce el portavoz socialista, Jesús Membrado. "No formó parte de la negociación con empresarios y sindicatos", justificó. A esta negativa le puso la consecuencia el portavoz de CiU: "No vamos a avalar esta reforma porque para crear empleo se necesita más flexibilidad en el mercado laboral; no vamos a avalar una reforma que no es útil". Las transacciones que ayer alcanzó el PSOE con IU-ICV, defendidas por el portavoz, Gaspar Llamazares, fueron resaltadas por los socialistas.

Son cambios sustanciales para mejorar la igualdad entre hombres y mujeres y los contratos de formación para jóvenes. Estos dos aspectos serán aprobados por los grupos de la izquierda aunque rechazarán la reforma porque "flexibiliza y abarata el despido". La tesis de Llamazares la comparten también ERC y el BNG.

Al contrario, el PSOE defiende que los objetivos que se propuso al empezar la negociación parlamentaria van cumpliéndose. "Se atenúan las causas del despido; se mejora la flexibilidad en las empresas; se incrementa la igualdad entre hombres y mujeres, y se mejora la formación de los jóvenes", señalan en fuentes socialistas.

Celestino Corchacho (izquierda) mira a Josep Antoni Duran Lleida en el Congreso.
Celestino Corchacho (izquierda) mira a Josep Antoni Duran Lleida en el Congreso.ULY MARTÍN

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