"No se puede pasar de un extremo al otro"
Camilo Cela (Madrid, 1965) asumió la presidencia del sindicato de controladores aéreos (USCA) el pasado junio, cuatro meses después de la ley que dio un revolcón a las condiciones laborales de este colectivo. Sueldos u horarios de los controladores eran un misterio hasta que el Gobierno los hizo públicos en 2009. Este colectivo tradicionalmente opaco, según reconoce Cela (sobrino del Nobel), sale de la madriguera en pleno conflicto con el Ministerio de Fomento y AENA.
Pregunta. Se les acusa de llevar a cabo huelgas encubiertas y de ser unos privilegiados. ¿Cómo sienta eso de ser los malos -muy malos- de esta película?
Respuesta. No somos muy malos ni lo hemos sido nunca. El silencio informativo no nos ha hecho ningún bien y hemos decidido darnos a conocer y que la gente se dé cuenta de que somos trabajadores como otros cualesquiera, con nuestras condiciones, nuestros inconvenientes... Pero estamos yendo a trabajar después de la ley, y del uso que AENA está haciendo de ella.
"¿Qué le parecería ir a trabajar mientras la empresa le llama chantajista?"
"Ha habido una campaña de desprestigio para privatizar el control"
P. Pero los datos de AENA de cómo han subido las bajas a raíz del decreto son espectaculares: de 1.200 jornadas en enero y febrero a 3.000 y 4.000 en mayo y junio. Una verdadera epidemia.
R. Desde que entró en vigor el decreto llevamos unos cinco meses y medio y las jornadas han aumentado espectacularmente. Yo este mes trabajo 28 de 31 días. Y como yo, muchos. Eso es difícilmente soportable en un trabajo con la tensión de este. Además, cada vez que vamos a trabajar hay menos personal y el servicio que queremos dar no sólo es seguro, sino de calidad: La acumulación de estas condiciones pasa factura. Ninguno somos máquinas.
P. Pero hace un año, por ejemplo, ya había controladores que hacían esas jornadas. La diferencia es que lo que sobrepasaba de las 120 horas mensuales se consideraban horas extra y se pagaban como tal (el triple que la ordinaria).
R. Había algunos que lo hacían, pero de forma voluntaria. Otra gente no ha querido nunca hacer horas extra y ahora tiene la obligación. Esos están ganando ahora más que antes. Pero esa carga de trabajo es obligatoria y en un clima de tensión. ¿Qué le parecería acudir a su puesto de trabajo mientras la empresa dice a los medios que es usted un chantajista, un privilegiado, un secuestrador de pasajeros?
P. AENA y Fomento hablan de bajas concertadas.
R. Tenemos datos incontestables. De las bajas del fin de semana pasado en Barcelona, las de última notificación eran mínimas y en un colectivo de 300. No sabemos a qué responde la alarma social creada. AENA ya conocía las otras ausencias con anterioridad: hay permisos de maternidad, por guarda legal, permisos de convenio, reducciones de jornada. No entiendo por qué programan a gente que ya saben de antemano que están de baja. ¿Para poder contarles como absentistas?
P. Su sueldo ha bajado un 40% de golpe, pero algunos controladores han llegado a cobrar 600.000 y 900.000 euros anuales a base de horas extra. ¿No cree que había abusos?
R. No. Hay que preguntar a AENA por qué permitía que se hiciesen tantas horas extra y no aumentaban la plantilla de controladores. No convocan plazas desde 2006. España cuenta con unos 1.800 controladores en ejercicio (hay otros 500 en funciones de gestión y administración), mientras que en Francia, con menos tráfico aéreo, hay unos 4.000.
P. Pero de la falta de controladores no se quejaban antes.
R. Sí lo hacíamos, hemos pedido más dotación. En algún momento hemos supeditado las horas extra a la promesa de que incorporaran a la gente. Formarles requiere un tiempo y será necesario hacer trabajo extra, pero se puede hacer con un acuerdo, no con una imposición.
P. ¿Cómo cree que Fomento puede acabar con este cúmulo de bajas médicas?
R. Lo hemos estado diciendo. Con un convenio que regule las condiciones y evite las situaciones de sobreesfuerzo que se están produciendo.
P. ¿Cuáles son las propuestas de USCA en el convenio?
R. De momento solo hemos entrado en el apartado de profesional, porque el futuro de la profesión es lo que más nos importa. No hemos entrado en jornadas ni en dinero. Si se fija, nosotros no hablamos nunca de dinero.
P. ¿Pedir que la jornada ordinaria sea menor y la extraordinaria mayor no es en la práctica pedir más dinero?
R. No reclamamos más dinero. Queremos trabajar en la media de horas europea y no como ahora que trabajamos un 30% más: 1.750 en España (1.670 ordinarias más 80 extra) frente a 1.350 en Europa.
P. ¿Eran un colectivo privilegiado antes de que cambiara la ley?
R. Si entiende por privilegiado el tener un convenio con la empresa... Lo que no se puede hacer es pasar de un extremo a otro, del blanco al negro, sin el gris. El nuevo convenio colectivo debería estar en un término medio.
P. Hace unas semanas se reunieron con AENA y ambos afirmaron que iban a negociar de forma pacífica el convenio y que no habría problemas este verano. ¿Qué ha cambiado?
R. No lo sé. A mí me gustaría poder reunirme cuanto antes con AENA. No ha sucedido nada más que esta campaña de prensa para acusarnos de seguir una consigna sindical para darnos de baja. Y la normalidad ha sido la tónica en los aeropuertos, no hay más retrasos que los habituales, los inherentes al sistema. También ocurre que si hay menos controladores para los mismos aviones, para garantizar la seguridad se tienen que producir algunas demoras.
P. La idea de Fomento de recurrir a controladores militares ha molestado, ¿por qué creen que no está preparados?
R. Porque algunos hace años que no desarrollan estas funciones y tardarán en formarse. Pero, en realidad, verá: sólo hay unos 200 controladores militares en toda España y la mayoría tiene que desarrollar funciones en sus puestos. Me parece un gesto para la galería.
P. ¿Le preocupa la decisión del Gobierno de privatizar el control aéreo en algunos aeropuertos?
R. No nos preocupa. Nos ha molestado que para privatizar el servicio de control y las infraestructuras, se haya promovido una campaña mediática de desprestigio del colectivo de controladores ocultando las verdaderas causas de esta privatización. Esperamos que la empresa privada siga manteniendo la seguridad por encima de intereses económicos. Y creemos que AENA ha tenido tiempo para formar a más controladores en España como para no tener que recurrir a gente de fuera con cuatro millones de parados.
P. ¿Los pasajeros pueden estar tranquilos de que no se va a producir ningún caos aéreo?
R. Por culpa de los controladores, desde luego, no se producirá.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.