El difícil equilibrio de Zapatero
José Luis Rodríguez Zapatero señaló el jueves en el debate sobre el estado de la nación con un punto de ironía que bastante tiene con gestionar el resultado de la decisión del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña como para que, además, le atribuyan la responsabilidad de dicha sentencia. La principal dificultad del jefe del Gobierno a la hora de administrar el fallo judicial pasa por el sentimiento general de agravio que ha provocado en Cataluña: si algo es difícil de manejar en política son los sentimientos.
Pero la gestión gubernamental ya ha comenzado, con la resolución conjunta pactada por el PSOE y los socialistas catalanes de cara a la votación de las resoluciones que el próximo martes cerrará el debate sobre el estado de la nación, y con el encuentro que Zapatero mantendrá en La Moncloa un día después con el presidente de la Generalitat catalana, José Montilla, para empezar a analizar alternativas legales a los desperfectos causados al Estatuto por la sentencia.
La estrategia diseñada por Zapatero busca el difícil equilibrio entre el acatamiento del fallo judicial y el reconocimiento del sentimiento agraviado de los catalanes por dicha sentencia. Y su único aliado en Cataluña en este momento para lograr ese objetivo es el partido hermano del PSOE, el PSC, puesto que ERC está en el independentismo, y CiU e ICV-IU transitan por el desacato al tribunal.
Con esos mimbres ha jugado el jefe del Gobierno, que se ha implicado a fondo en la resolución parlamentaria conjunta presentada por PSOE y PSC en la que se reconoce el malestar generado por la sentencia en Cataluña. En ella, Zapatero admite implícitamente que el malestar catalán se debe a que la decisión judicial rompió un pacto estatutario refrendado por políticos y ciudadanía, y fue tomada además por un tribunal con una vida muy accidentada.
A la par, el presidente se compromete a restituir con todos los mecanismos posibles la plenitud del Estatuto, al que en cualquier caso no considera esencialmente dañado.
Pero, pese a la actitud comprensiva de Zapatero hacia Cataluña, la gestión política de la sentencia no estará exenta de tensiones. Montilla ha propuesto en el Parlamento autónomo retocar 12 leyes orgánicas; y usar el artículo 150.2 de la Constitución -sobre la cesión de competencias exclusivas del Estado a las autonomías- y una futura reforma de la Constitución para que reconozca a Cataluña como nación. Presentará su iniciativa el miércoles a Zapatero, que apurará al máximo las posibilidades de la Ley Fundamental para recuperar el Estatuto, con la confianza de convencer así a los catalanes de que esa es la vía.
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