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El rescate de seis menores prostitutas en un mes dispara las alarmas

Varias asociaciones denuncian un repunte de los casos en el último año

Rebeca Carranco

Una curva, un trocito de arena y una silla de madera. Es lo que basta para que María (nombre ficticio) se plante con su mono azul en la Nacional II a la altura de Vidreres, en Girona. "Hay muchas jovencitas aquí", lamenta la mujer. Es la única de la zona que admite que algunas de las prostitutas son menores. También es la única española. "No lo van a reconocer. Las rumanas se tapan entre ellas", dice.

Unos metros más abajo dos crías, con la melena recogida en una coleta de caballo y minibiquinis, venden sus cuerpos en un arcén. "Aquí todas son grandes", dice una prostituta, esta sí, adulta y maquillada hasta las cejas. La realidad la desmiente. La semana pasada los Mossos d'Esquadra descubrieron a una menor en la carretera en cuestión. Era el quinto de los seis casos que se han sucedido en menos de un mes en Cataluña. Las ONG están preocupadas por la situación y denuncian un repunte.

No hay datos fiables sobre el número de víctimas de este mercado sexual

"Cada vez hay más casos de menores de edad. Adolescentes de entre 16 y 18 años", lamenta una portavoz de Save The Children. Según la ONG, las cifras están muy por encima de los 13 casos de menores de edad víctimas de la prostitución en 2009 que presentó el Ministerio de Igualdad basándose en un estudio con datos del Ministerio de Interior. En menos de un mes, solo en Cataluña ya se ha alcanzado casi la mitad de esa cifra.

La Asociación para la Reinserción de Mujeres Prostituidas (APRAMP) apunta al sempiterno problema de la demanda. "Es lo que se pide. El hombre quiere cada vez cuerpos más infantiles", denuncia su presidenta, Rocío Nieto, que explica que son casi siempre rumanas que llegan a España a través de contactos en su propia familia.

El problema es que no hay estudios concretos sobre prostitución y menores que aporten cifras fiables. "Sabes de las que vienen a los pisos a pedir ayuda", explica Nieto. En las viviendas que tiene en Madrid, la APRAMP ha tratado ya a ocho menores, el doble que en 2009.

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La asociación en defensa de lo niños Prodeni atribuye el repunte a la crisis económica: "La situación hace que se recrudezcan los problemas y lleva a algunas menores a entrar en los mecanismos propios de la explotación sexual", asegura su portavoz, José Luis Calvo.

Los Mossos d'Esquadra no dan datos sobre si ha aumentado el número de menores prostitutas en lo que va de año. El Cuerpo Nacional de Policía reconoce que están prestando especial atención a la cuestión. En todos los casos se repite el patrón (a excepción de la joven de Vidreres): menores rumanas prostituidas víctimas de redes organizadas en el Raval. Hasta el momento, la policía ha detenido a 16 personas relacionadas con los seis casos.

El primero saltó el 25 de junio, cuando el Cuerpo Nacional de Policía informó del rescate de dos menores obligadas a prostituirse 12 horas al día. Los agentes identificaron primero a una joven de 15 años y descubrieron que se había fugado de casa. A través de ella, localizaron a otra menor, de 16 años, víctima de la misma red, que ejercía en un burdel de Lliçà de Vall (Vallès Oriental). Tres días después, los Mossos d'Esquadra informaron de que un grupo de proxenetas amenazaba de muerte y agredía físicamente a una adolescente de 16 años a la que obligaban a prostituirse en una calle del Raval de Barcelona. La menor fue captada en un centro de menores en Rumania, del que se escapó, convencida por los proxenetas. Ya en la ciudad, logró huir y denunciarlo a la policía. La red tenía ya a otra chica de 16 años a la que iban a prostituir en breve.El 1 de julio, en esta ocasión en Girona, los Mossos informaron del caso de una adolescente de 17 años que ejercía en la Nacional II en Vidreres. La menor llegó a España poco después de su hermana, de 21 años, que también se prostituía en la misma vía. Una mujer de 23 años, compatriota y conocida de las dos, era su proxeneta. El último episodio es del viernes. El Cuerpo Nacional de Policía liberó a otra mujer, de 15 años, que recibía palizas, coacciones y amenazas para que se prostituyese 12 horas al día en un piso del Raval y solo comía una vez al día. Antes de ser captada, la adolescente estaba bajo tutela de una trabajadora social en Rumania.

Las menores que se ven en esta situación pasan a manos de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) de la Generalitat. Las jóvenes de 15 años entran en un centro de menores. A las que rozan ya los 17 años, se las trata en un piso especial para mujeres que han sido víctimas de explotación sexual. "Luego se activa un protocolo de reinserción, que suele durar entre seis meses y un año, para que puedan recuperarse y encontrar trabajo", explica un portavoz de la DGAIA. Save the Children pide más recursos: "Médicos, legales, psicológicos... No puede ser que una chica de 15 o 16 años te diga que no sabe hacer otra cosa".

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Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.

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