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Los atascos de tráfico cuestan 839 millones de euros al año

En los atascos de Madrid no solo se pierde la paciencia. También se malgasta mucho dinero: 839 millones de euros al año (3,4 cada día). Esta fortuna se esfuma segundo a segundo, a medida que pasan las 329.000 horas diarias que suma el tiempo en el que los conductores madrileños están encerrados en su vehículo cada jornada, avanzando metro a metro, subiendo y bajando una marcha hasta que sale del atasco. Los embotellamientos de tráfico de la capital duran, en conjunto, 81 millones de horas al año. Dichas estadísticas las ofreció ayer el concejal de Seguridad y Movilidad, Pedro Calvo, en la inauguración del curso de verano Transporte público y crisis económica, de la Universidad Rey Juan Carlos.

La cifra total del tiempo que pasan en atascos los madrileños -81 millones de horas entre todos- es demasiado grande como para hacerse una idea de lo que significa. Mejor pensarlo conductor por conductor: cada uno pierde de media 14 minutos al día esperando a que se mueva unos metros el coche de delante. El cálculo de pérdidas de tiempo y dinero que expuso ayer el concejal Pedro Calvo se basa, según la Concejalía de Seguridad y Movilidad, en un estudio del Real Automóvil Club de Cataluña (RACC) y en otros análisis, como el Informe del estado de movilidad de la ciudad.

La M-30 es la carretera más congestionada: absorbe un 12% de los embotellamientos. Las vías de entrada a Madrid concentran buena parte del 88% restante, aunque el Ayuntamiento no ofrece detalle de cómo se reparte el tráfico por estos puntos. Los momentos de mayor congestión son de siete a diez y media de la mañana y de seis a ocho de la tarde.

En la ponencia de Calvo se señaló también la evolución del transporte público. El concejal aseguró que Madrid es la ciudad europea donde más se usa este medio de transporte, "muy por encima de ciudades como Londres, París o Berlín". El Ayuntamiento fundamenta esta conclusión en estudios de la Asociación Internacional de Transporte Público (UITP, en sus siglas en inglés).

Los autobuses y el metro tuvieron dentro de la M-30 un 4% menos de pasajeros en 2009 (bajó del 78% de todos los desplazamientos en esa zona al 74%), pero ganaron viajeros en la periferia (del 51% al 60%). En conjunto, el uso de transporte público cayó casi un 5%; el Consistorio vincula este dato con el descenso del 4,3% en el número de afiliaciones a la Seguridad Social en la Comunidad de Madrid.

Las motos ganaron terreno entre los vehículos privados (este recurso aumentó un 7,9% en 2009). Con respecto a la hermana pobre del transporte, la bicicleta, se resaltó la instalación de más de 8.000 plazas para aparcarlas; también se reconoció que el proyecto del sistema de alquiler MyBici, un plan que el Ayuntamiento preveía poner en marcha en marzo de 2011, ha quedado aplazado por las carencias económicas del municipio.

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