El mismo plan, pero sin pacto

El Ministerio de Educación ha buscado el consenso político global por una vía (con las fracasadas negociaciones para un pacto por la enseñanza) y ahora lo busca por otra, explicó ayer el ministro Ángel Gabilondo. Y esa otra vía es el plan de acción para el próximo curso que acababa de presentar en el Consejo de Ministros, un proyecto que recoge buena parte de las medidas de los documentos para el pacto. Hay que recordar que el PP lo rechazó principalmente por lo que le faltaba y no por lo que contenía, aunque hubo otros, como IU y el sindicato Stes, que sí rechazaban puntos concretos.

Ahora se intentará sacar adelante esas medidas acordándolas por separado con quien corresponda. Esto quiere decir que los programas para cofinanciar con las comunidades (que ya presentó en mayo a las autonomías) requerirán del acuerdo de cada Gobierno, mientras que medidas como la de flexibilizar el 4º de ESO (con una vía enfocada a la FP y otra al bachillerato, aunque sin ser excluyentes) requerirán otro tipo de apoyos. Aún no está claro si ese cambio precisará modificar la actual ley educativa -aprobada en 2006-, ya que ese texto ya dice que 4º de ESO será un curso orientador.

Algunas, como las facilidades para compatibilizar estudios y trabajo para los jóvenes, están dentro de la Ley de Economía Sostenible y otras necesitarán normativa que no hay que llevar al Congreso: la aprobación del Estatuto del Estudiante universitario o el nuevo modelo de doctorado. Además, ha incluido una ardua tarea en sus deberes para el próximo curso: sacar adelante el estatuto docente para definir la carrera profesional de los profesores de la enseñanza pública, propósito que fracasó en la anterior legislatura.

Cambios puntuales

Cualquier cambio normativo, que sería en forma de "modificaciones puntuales", dijo el ministro, no se llevará al Parlamento "si no hay consenso suficiente", añadió. Así, pidió ayuda para sacar adelante su plan a toda la comunidad educativa y agentes sociales y grupos políticos. "Fue un error que el PP no firmara el pacto por la Educación. Lo respeto, pero fue un error", dijo Gabilondo. "Cada cual ha de hacer valer sus convicciones, pero podremos encontrar espacios comunes [...] para impulsar el cambio de modelo educativo y dar respuesta a una crisis social, económica y de valores".

Entre los planes de actuación que cuentan con un presupuesto de 590 millones de euros para el próximo curso (más de 1.500 para los próximos tres años), la mayoría destinados a los programas cofinanciados, destacan: el diseño de 35 títulos de FP para estudiar a distancia, programas para la mejora del aprendizaje de lenguas extranjeras, con la intensificación, por ejemplo, de los intercambios para que alumnos de ESO y Bachillerato estudien entre tres y 10 meses en países europeos o nuevas evaluaciones de diagnóstico en 6º de Primaria y 4º de ESO. Además, se extenderán los programas de refuerzo para los alumnos que van peor a 3º y 4º de Primaria y a la escuela concertada y se crearán nuevos programas de apoyo para los mejores estudiantes. Las becas también tendrán un impulso, con el aumento de becas salario, así como los másteres gratuitos para desempleados -que hasta ahora han pasado sin pena ni gloria- o los planes de sostenibilidad financiera de las universidades.