El recorte sanitario incendia la Mútua de Terrassa

El plan de austeridad del Gobierno catalán ha levantado ampollas en mutuas, hospitales y centros sociosanitarios de carácter concertado. El Ejecutivo de José Montilla ha impuesto un recorte del 3,21% en los recursos que la Administración transferirá este año (y se espera que también el próximo) para ayudar a financiar la actividad de cerca de 70 entidades. La traducción de ese recorte a cada uno de los centros no está resultando fácil. A título de ejemplo, es el estado de la cuestión en Mútua de Terrassa MPS (Montepío de Previsión Social), para la que trabajan más de 2.000 personas, y que es núcleo de un conglomerado de entidades y empresas con casi 3.000 personas, con el Hospital Universitario Mútua Terrassa como buque insignia.

El plan supondrá un ahorro de 123 millones de euros hasta final de año

La mutua tiene una masa salarial de 117 millones de euros. Y quiere recortar 5,2 millones. Según CC OO, la propuesta de la dirección para regular la rebaja del concierto con la Administración es un recorte del sueldo del 4%, y propone, además, un ahorro de 500.000 euros en recortes a proveedores y de otro medio millón en servicios centrales. La disminución del sueldo podría ser del 3% si la plantilla se aviene a renunciar a las mejoras del convenio. Pero si no hay acuerdo, la opción que se pone sobre la mesa pasa por eliminar de entrada entre 30 y 40 puestos de trabajo, además una posterior reducción de entre el 8% y el 10% de la plantilla que se quede, recortar el 8% de salario y reducir la jornada a otra parte del personal. Si no hay acuerdo y el expediente de regulación de empleo no puede llevarse adelante, se propone un recorte de plantilla mucho más amplio, no especificado.

Esta semana las tres patronales del sector sanitario (El Consorcio de Salud y Social de Cataluña, La Unión Catalana de Hospitales y la Agrupación de Establecimientos Sanitarios) rompieron las negociaciones que mantenían con los sindicatos sobre cómo debían apretarse el cinturón las respectivas plantillas en el capítulo de la masa salarial.

A diferencia de los centros públicos, la Generalitat, en el caso de los concertados, no ha impuesto que el recorte de financiación deba traducirse en una disminución del 5% de los salarios. Pero el Departamento de Salud ha recomendado que así sea. O que, al menos, parte del esfuerzo recaiga en la masa salarial. Las negociaciones están rotas. Mañana, las tres mencionadas patronales explicarán por qué. Pero, a falta de acuerdo, de momento, en la nómina de junio todos los trabajadores del sector (público y concertado) ya cobrarán el 5% de sueldo menos.

La consejera de Salud, Marina Geli, ha dado por descontado que el tijeretazo, que supondrá un ahorro de 123 millones de euros en lo que queda de año, no conllevará ninguna merma en la calidad del servicio asistencial. Los sindicatos y la patronal advierten de que, con menos recursos, será difícil mantener el listón de eficacia establecido.