Una fragata evita que los piratas aborden un barco recién liberado
La fragata Victoria impidió ayer que la tripulación del Rim, de bandera norcoreana y dueño libio, que acababa de recuperar el control del barco tras cuatro meses secuestrado, fuera capturado de nuevo por los piratas somalíes. No hubo, como en otras ocasiones, que disparar un solo tiro.
A primera hora de la mañana, el Rim informó a la Operación Atalanta de que había expulsado a los piratas del barco tras un duro enfrentamiento en el que uno de los tripulantes resultó herido grave por arma de fuego y varios de los secuestradores murieron. Se encontraban al sureste de Garacade, en la costa norte de Somalia. Los piratas intentaron recapturarlo con otro de los barcos que tienen secuestrado, el Voc Daisy. Para evitarlo, el mando de la Operación Atalanta avisó a la embarcación más cercana, la fragata española, que estaba a unas 100 millas, para que acudiera en su auxilio. La presencia del helicóptero de la Victoria logró finalmente disuadir a los secuestradores, que se dieron la vuelta.
El tripulante del Rim herido grave fue embarcado en la fragata española para ser atendido. Casi al mismo tiempo, el dueño de otro buque con bandera panameña y 24 tripulantes a bordo informaba de su secuestro.
Defensa tiene previsto enviar a la zona a finales de agosto o principios de septiembre al patrullero Infanta Cristina y al buque de asalto Galicia, con capacidad para 615 personas y seis helicópteros, aunque limitará su dotación para no superar el tope de 395 efectivos fijado para esta misión. Entre tanto, sólo permanecerá en el Índico la fragata Victoria.
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