Portugal Telecom acepta someter a la junta la nueva oferta de Telefónica

Telefónica ha decidido echar el resto en su intento por controlar la brasileña Vivo, la compañía líder de la telefonía móvil en Brasil. La empresa presidida por César Alierta elevó ayer de 5.700 a 6.500 millones su oferta a Portugal Telecom (PT) por el 50% de Brasilcel, la sociedad que es propietaria del 60% del capital de Vivo. El consejo de PT se reunió ayer para estudiar la nueva propuesta y aceptó trasladarla a la junta de accionistas, en la que tiene altísimas posibilidades de prosperar. Sus acciones se dispararon ayer un 16% en la Bolsa de Nueva York.

Para facilitar la operación, Telefónica permite a PT aceptar la oferta de inmediato o entregar ahora el control e ir vendiendo en un plazo de tres años, al ritmo que le convenga. Eso le permitiría no dejar Brasil de golpe e ir encontrando oportunidades de inversión, mientras que a Telefónica le facilitaría la financiación.

En paralelo, Telefónica ofrece a PT una opción de compra sobre su participación del 10% en la portuguesa, valorada en unos 800 millones. Esa opción podría ser ejercida por PT o por una tercera parte que la portuguesa designe a precio de mercado durante esos tres años. A Telefónica ya no le interesa seguir en PT una vez resuelto el problema de Vivo.

La operadora lusa comunicó ayer al supervisor bursátil de su país que su consejo considera que "la oferta no refleja el valor estratégico de este activo para Telefónica", pero convocó de inmediato una junta de accionistas para que los socios tomen una decisión. Hasta entonces, el consejo encarga al presidente, al consejero delegado y al director financiero que negocien la oferta con Telefónica.

En su comunicación, PT no habla esta vez del valor estratégico de Vivo ni se pronuncia sobre si la oferta, que supone una prima del 171% , refleja el valor que tiene su participación para ella misma. Todo ello apunta en la línea de que la oferta prosperará, aunque es posible que algunos de los socios del núcleo estable se opongan.

Ayer se desconocía si la oferta paralela sobre las acciones ordinarias de Vivo que no son propiedad de Brasilcel (un 3,8% del capital) se mantenía en sus términos iniciales, lo que sumaría otros 600 millones a la operación, que alcanzaría los 7.100.

Telefónica quiere fusionar Vivo con Telesp, su compañía de telefonía fija e Internet en Brasil para convertirse en la primera operadora del país, con 66 millones de clientes. La compañía española considera que el precio de la nueva oferta aún le permite crear valor para sus accionistas.

Tras el rechazo a la primera oferta de Telefónica, los directivos de la española se han entrevistado con los principales inversores institucionales de PT. Telefónica no sólo les ha expuesto las bondades de su oferta, sino que además ha amenazado con cortar a la portuguesa el flujo de caja procedente de Vivo, dado que hace falta acuerdo de los dos socios para el reparto de los dividendos.

Telefónica amenazó veladamente con presentar una oferta sobre todo PT, que en el momento de la oferta inicial valía en Bolsa 6.755 millones (ahora vale 7.600), poco más que lo que ofrece ahora Telefónica. La mejora de la oferta en 800 millones pretende dar el último empujón.