Dos mujeres que no denunciaron maltrato, asesinadas
Las víctimas relataron las agresiones a sus allegados pero no a la policía
Lupe tenía 41 años y Farida 47. La primera vivía en Pruna (3.000 habitantes, Sevilla) y la segunda en Salt (30.000 habitantes, Girona). Las dos fallecieron ayer víctimas de la violencia de género, que en lo que va de año se ha cobrado 29 vidas en España, frente a las 20 del mismo periodo del año anterior. El padre de la mujer sevillana y la alcaldesa de Salt desvelaron que en ambos casos había indicios previos de que podían estar sufriendo violencia machista, aunque no habían presentado denuncia.
La mujer de Pruna estaba sola en casa cuando, poco antes de las siete de la mañana, su ex pareja, F. M. P. R., de 35 años, irrumpió en la vivienda forzando la puerta de atrás. Según fuentes de la investigación, la víctima recibió "decenas de puñaladas" con un cuchillo de cocina. El presunto asesino se entregó poco después en el cuartel de la Guardia Civil y confesó los hechos. La víctima tenía tres hijos de relaciones anteriores. Los dos mayores vivían en Barcelona con su padre y la pequeña, de cuatro años, residía en Pruna, aunque solía dormir en casa de sus abuelos y no estaba en la vivienda de la madre cuando se produjo el crimen.
Según explicaron varios familiares, la víctima y su presunto agresor habían mantenido una relación de "dos o tres meses". Los testimonios apuntaron a que él estaba intentando retomar la relación, pero ella le rechazaba. El padre de la mujer aseguró que su hija había acudido varias veces a la Guardia Civil para contar que su ex pareja le agredía. "Le dijeron que la próxima vez lo denunciara y le encerrarían", afirmó en declaraciones a Europa Press.
La víctima de Salt, Farida B., también murió apuñalada. En este caso, el presunto agresor es su marido, El Hassan el A, de 53 años. La pareja estaba en trámites de separación y él la había denunciado por abandono del hogar. La víctima sufría malos tratos psicológicos desde hacía años, según había explicado a los servicios sociales municipales, donde la trataban desde 2008. La mujer nunca dio parte a la policía. A las 09.30, la pareja caminaba por la calle de Doctor Castany del municipio. "Iban discutiendo, algo alterados", explicó una vecina. A la altura del número 35, el hombre sacó un cuchillo y la apuñaló varias veces. Una de las heridas le alcanzó el corazón y le causó la muerte.
"Al salir, me encontré a la mujer en el suelo y a él que salía corriendo", explicó el dueño del local Robert Blanc. La mujer yacía prácticamente inconsciente a causa de las heridas, pero todavía respiraba. La víctima, que tenía cuatro hijos, falleció mientras le trasladaban al hospital.
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