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'Pretorianos' a comisión

El juez Pedraz imputa a una testaferro de Alavedra en Andorra

El ex consejero y Prenafeta tenían cinco millones de euros en el principado

Cristina Delgado

El dinero que Macià Alavedra manejaba en Andorra tiene nombre de mujer. O mejor dicho, de mujeres. Los más de 2,5 millones de euros de los que el ex consejero de Economía de CiU disponía en el principado estaban en dos cuentas del banco Crèdit Andorrà. La primera, a nombre de su mujer, Doris Malfeito. Era la llamada "caja A". La "caja B" estaba a nombre de María Gloria Torres, unida a Alavedra por "una relación personal" y económica, según consta en el sumario. Esta última se convirtió ayer en la última imputada del caso Pretoria, por decisión del juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz.

La mujer de Prenafeta, Lluïsa Mas, también tenía una cuenta en Andorra con 2,6 millones de euros, pero sin actividad registrada desde 2006. El dinero que Alavedra y Prenafeta tenían en Andorra (más de cinco millones de euros en total) tiene muchas cosas en común. Para empezar, Philip McMahan, un ejecutivo de banca jubilado nacido en 1938 en Carolina del Norte (Estados Unidos), que es cotitular de las cuentas relacionadas con los imputados. Francesc Cabana, cuñado de Jordi Pujol, presentó al norteamericano (que en ese momento trabajaba para él) a Alavedra en un restaurante a finales de los ochenta.

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McMahan comenzó en 1992 a aconsejar al matrimonio Alavedra-Malfeito sobre sus inversiones en Suiza. La esposa del por entonces consejero de Economía depositó en una cuenta de aquel país 246,2 millones de pesetas. Luego, en 1997, también siguiendo el consejo del estadounidense, lo trasladó a un fondo de inversión de las Islas Caimán hecho a medida para ella. Según un informe de la Agencia Tributaria, la inversión llegó a elevarse a más de cuatro millones de dólares, que ni ella ni su marido declararon al fisco. Cuando dicho fondo se disolvió en 2006, el dinero que quedaba (2,6 millones de euros) viajó hasta Andorra.

McMahan se convirtió allí en contable, gestor, cotitular de varias cuentas relacionadas con Alavedra y Prenafeta, y consejero en cuestiones de repatriación de capitales. Se encargó de llevar a cabo cientos de inversiones bursátiles a cambio de comisiones y llamaba cada 15 días a Alavedra para explicarle cómo iban las cuentas del principado, tanto la llamada "caja A" como la "caja B".

La primera coincide con los ingresos que fluctuaban en la cuenta a nombre de su mujer. La segunda, con lo que había en la cuenta de Gloria Torres, una mujer de 62 años que hasta abril de este año figuraba como administradora de una empresa de limpieza llamada Cuida tu Casa. Las conversaciones entre el ex consejero y esta última son escasas en las diligencias, ya que la mayoría de las llamadas que se hicieron eran de carácter personal y por eso no se han incluido. Ambos, dicen los documentos, mantenían una relación "fluida y habitual".

Sin embargo, el fiscal pidió hace tres semanas la imputación de Torres (que ayer fue escuchada por Pedraz) porque de las pocas conversaciones incluidas entre Torres y Alavedra se puede deducir que ella estaba al corriente de cuál era su papel como testaferro. En una llamada realizada en abril de 2010, Torres pedía al ex cargo público que la dejase ser "un poco rica", a lo que él contestó que lo único que le había prometido era "la subsistencia" y que ya llevaba mucho tiempo manteniéndola. Además hacía referencia a los negocios que él y McMahan tenían.

Maletines a Barcelona

Macià Alavedra contactó en mayo de 2009 con Philip McMahan para pedirle 300.000 euros. Ese dinero, que estaba en una cuenta en Crèdit Andorrà a nombre de su mujer, Doris, debía viajar hasta Barcelona. ¿Por qué no realizar una simple transferencia? "Según todos los indicios, pretendía introducirse en España tratando de evitar su declaración a la hacienda pública", dice el sumario.

En junio 300.000 euros salieron de la cuenta andorrana de Doris Malfeito. McMahan, según se deduce de las llamadas intervenidas, guardó el dinero en su casa a la espera de que Alavedra enviara a Josep Maria Pallerola (gestor de Lluís Prenafeta en Banc Sabadell d'Andorra y "habituado a este tipo de operaciones") a recogerlo.

Pallerola llamó a Alavedra cuatro días después y le pidió que se encontraran "en un lugar discreto" para entregarle el dinero en dos fases. Alavedra consideró que lo mejor era que fuera a sus oficinas de Barcelona. La Guardia Civil también acudió a la cita. Vio como, en dos ocasiones, Pallerola entregaba un maletín negro en el despacho que Alavedra tenía en Barcelona. La primera vez, al propio ex consejero, y la segunda, a su secretaria.

Los dos ex consejeros se confiesan con Hacienda

Los dos ex consejeros de CiU imputados rectificaron tras su detención la declaración de la renta. Macià Alavedra, a principios de 2009, exigía a Hacienda que le devolviera 32.549 euros. No sabía que en octubre sería detenido. En noviembre, cuando la instrucción ya estaba en marcha, rectificó su declaración. Presentó documentos complementarios en los que reconocía que debía pagar 124.862 euros. Elevaba los ingresos por los que declaraba en 290.370 euros. "No parece excesivamente aventurado presumir que se trata de la afloración de algún bien oculto", explica un informe realizado por la Agencia Tributaria. La nueva cantidad declarada coincide con un fondo que Alavedra tenía en la filial de las Islas Caimán del grupo bancario Millenium y que nunca declaró.

Lluís Prenafeta también se sinceró con el fisco. En enero introdujo cambios en las declaraciones de entre 2004 y 2007 reconociendo "un mayor volumen de ingresos por actividad profesional de lo declarado". Ha pagado cuotas extras por valor de 1,4 millones de euros.

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Sobre la firma

Cristina Delgado
Es subdirectora y se encarga de la edición digital de EL PAÍS. Antes fue redactora jefa de Economía, sección en la que se incorporó al periódico, en 2008. Licenciada en Periodismo y en Comunicación Audiovisual, ha realizado el máster UAM-ELPAIS y posgrados de información económica y gestión.

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