Los talibanes lanzan un ataque suicida contra la mayor base afgana de EE UU
Más de 1.000 soldados estadounidenses han muerto desde finales de 2001
Desde que se inició la guerra en Afganistán, a finales de 2001, han perdido la vida más de 1.000 militares de EE UU. El diario The New York Times informó de que la cifra alcanzada ayer era de 1.002 y honraba a los fallecidos desde finales de 2008 con la publicación de sus fotos en una doble página.
El mismo día en que se conocía este dato, los talibanes intentaron un golpe de efecto al asaltar la principal base aérea de EE UU en Afganistán. Murió un contratista estadounidense y nueve soldados norteamericanos resultaron heridos. Por el bando talibán perdieron la vida 11 insurgentes.
El de ayer es el segundo ataque talibán contra las fuerzas norteamericanas y de la OTAN en los dos últimos días. El martes, un ataque suicida causó en Kabul 18 muertos, entre ellos cinco soldados de EE UU y uno de Canadá. Ambas acciones llegan después de que los talibanes anunciaran el recrudecimiento de sus operaciones de guerra santa contra las fuerzas extranjeras.
Los terroristas fueron interceptados antes de que pudieran detonar las bombas
El ataque a Bagram, a 60 kilómetros al norte de Kabul y fuera de la zona de influencia de los talibanes, duró cerca de ocho horas. Se inició antes del amanecer, cuando cuatro talibanes que portaban chalecos cargados de explosivos fueron interceptados por las fuerzas aliadas antes de que pudieran hacerlos detonar.
Un portavoz de los insurgentes informó después de que siete de sus hombres habían participado en el ataque a la base. Desde el mando militar estadounidense se informó de que el ataque había sido repelido. "Bagram no fue penetrada en ningún momento", dijo el coronel Wayne Shanks, un portavoz del Ejército de EE UU en Kabul. Ninguno de los suicidas logró inmolarse. Los insurgentes atacaron por varios puntos, "todos muy cercanos", pero "la réplica de nuestros soldados fue muy rápida", destacó otro portavoz.
Los talibanes emplearon "cohetes, granadas y armas automáticas" pero fracasaron en su objetivo, insistieron los estadounidenses. El portavoz de los talibanes tenía una versión muy distinta. Según Zabiullah Mujahid, uno de los suicidas había logrado su objetivo de entrar en la base y había causado un número de bajas norteamericanas mayor del reconocido por el Pentágono.
Bagram es la principal base en Afganistán para las tropas lideradas por Estados Unidos. Cuenta con la mayor pista de aterrizaje en el país. Fue usada por la URSS durante su invasión a Afganistán en la década de los ochenta.
Las fuerzas internacionales acumulan reveses en un momento clave en el que EE UU trata de imponer una nueva estrategia, más de contrainsurgencia que de guerra tradicional, decidida a finales de 2009 por el presidente Barack Obama. El objetivo es contener el avance de los talibanes y forzar una situación que permita una progresiva retirada.
La sucesión de ataques insurgentes llega también cuando Estados Unidos, Reino Unido y Canadá se preparan para iniciar una gran ofensiva en la provincia de Kandahar con el objetivo de acabar con el principal feudo de los talibanes en el sur del país.
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