El desafío nuclear iraní
Anticipándose con urgencia a lo que entiende como un intento de cortocircuitar su política exterior, Estados Unidos anunció ayer un acuerdo con las principales potencias de Naciones Unidas, incluidas Rusia y China, para aprobar inmediatamente sanciones contra Irán.
Brasil y Turquía están decididas a demostrar que en el mundo ya no mandan las potencias surgidas tras la II Guerra Mundial y que el Consejo de Seguridad de la ONU se ha quedado pequeño. Tras descolocar a la diplomacia de Estados Unidos y Europa con un acuerdo con Irán para enriquecer uranio fuera de este país, las dos potencias emergentes piden una silla en el Grupo 5+1.
VI Cumbre UE-Latinoamérica
América Latina advirtió ayer a Europa contra la tentación de que la crisis económica en la que sigue inmersa la paguen los inmigrantes. Fue la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, portavoz del bloque latinoamericano, la que puso el tema sobre la mesa ya en la inauguración de la VI Cumbre Unión Europea-América Latina y Caribe.
Estados Unidos celebró ayer elecciones primarias en cuatro Estados que sirven como una prueba anticipada para las elecciones legislativas de noviembre. Dos cosas parecen claras: los demócratas pagarán un alto precio por la furia de una gran parte de la población contra el conjunto del establishment político en Washington.
Un hombre al volante de una camioneta Toyota cargada de explosivos se lanzó ayer contra un convoy estadounidense. En la explosión murieron 18 personas, incluidos cinco soldados norteamericanos y un canadiense. La camioneta, que iba cargada con algo más de 726 kilogramos de explosivos, se convirtió enseguida en una bola de fuego que tragó varios coches y despedazó cuerpos.
Numerosas tropas y vehículos blindados se concentraron ayer al amanecer junto al campamento de los camisas rojas en el centro de Bangkok, en lo que podría ser el inicio de un asalto armado al bastión que miles de manifestantes han instalado desde hace semanas en el centro de la capital para pedir la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones.
Están por todos lados: delante del escenario del campamento de los camisas rojas aplaudiendo intervenciones de sus líderes, cocinando en grandes perolas bajo carpas y toldos, cuidando de sus hijos traídos desde provincias lejanas, bailando sobre las esterillas en medio de un calor agobiante, trabajando como voluntarias en puestos de socorro de la zona de protesta.