Charlas y 'pisco' bajo el sol

Dice Hernán Rivera Letelier que él no cree en Dios pero que Dios cree en él. Por si las moscas, en lo que cree es en los números. O mejor, en un número: el 11. Fue el día de su nacimiento -en julio-, la edad a la que escribió su primera redacción para la escuela y los miles de kilómetros que marcaba la pantalla del avión la primera vez que viajó a Europa. Además, su truco "infalible" para ganar el Alfaguara fue enviar al premio su 11ª novela.

Un minuto después de que Ignacio Polanco echara a andar la edición de 2011 del galardón, empezaron a formarse los corrillos del aperitivo en los jardines de la sede del Grupo Santillana. La cubierta de El arte de la resurrección reproduce un fotograma de Simón del desierto, la película de Luis Buñuel, y de entre los asistentes a la entrega del premio podría salir el reparto de la versión cinematográfica de la novela de Rivera: de directores como Azucena Rodríguez o Álvaro Pastor y Antonio Naharro a actrices y actores como Mercedes Lezcano, Miriam Gallego, Lluvia Rojo, Álvaro de Luna, Fernando Chinarro, o Francisco Valladares.

Sobre la gira maratoniana por España y América Latina que espera al escritor chileno acaba de publicar todo un libro, Cómo viajar sin ver, Andrés Neuman, ganador del año pasado y reciente Premio de la Crítica con El viajero del siglo. No lejos de Neuman, que charlaba con la periodista Montserrat Domínguez, se refugiaba del sol del mediodía el nicaragüense Sergio Ramírez, ganador en 1998 de la primera edición del Alfaguara ex aequo con el cubano Eliseo Alberto. Hoy participa en un homenaje a Julio Cortázar en la Casa de América.

A pleno sol, entre tanto, Almudena Grandes hablaba con Benjamín Prado. Los dos andan corrigiendo nueva novela. Él, una sobre la transición. Ella, Inés y la alegría, la primera de una serie de seis con la historia contemporánea de España al fondo. Los que conocen el proyecto hablan de él como de unos particulares "episodios nacionales". Los publicará Tusquets a partir de septiembre.

Con todo, los autores de Alfaguara, que jugaban en casa, fueron mayoría absoluta: de Luis Mateo Díez a Rosa Montero pasando por Luigé Martín, Mercedes Castro, Use Lahoz o Rodrigo Muñoz Avia. O José María Guelbenzu, con un pie en la editorial anfitriona y otro en Siruela, donde acaba de publicar la novela El amor verdadero.

Sergio Macías, asesor cultural de la Embajada de Chile en España, acompañó a su paisano Rivera Letelier que contaba cómo en su ciudad quieren ponerle su nombre a una calle: "La de las prostitutas".