Una de risa
Mucha cara debe de tener el señor Díaz Ferrán para, en su artículo En el filo de la navaja, erigirse en oráculo de recomendaciones para levantar nuestro económicamente apaleado país. Con la que él tiene encima con sus empresas, y sin ningún complejo, se permite diagnosticar y aconsejar lo que debe hacer el Gobierno o quien sea, haciendo bueno aquello de "ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio".
Su diagnóstico, en mi opinión, es pontifical y aburrido, porque a estas alturas no reviste ninguna novedad. Sus recetas, lo mismo. No tiene mucho mérito decir a otros lo que deben hacer y nunca hablar de lo que él y el grupo que representa deberían rectificar sobre excesos anteriores para enderezar la situación y evitar que paguen los platos rotos los de siempre.
Me ha dado mucha risa el párrafo de la reforma laboral y el de la gestión privada de los servicios públicos. Es realmente profundo y no le falta toque humorístico. No creo que contribuya mucho a su preconizada reducción del gasto público la probabilidad de enviar los 4.000 empleados de su compañía de viajes al paro.
Y este hombre, verdaderamente, ¿representa a los empresarios.
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