"No nos habíamos enterado"

Ayer a las nueve de la mañana, Joana Páez, de 25 años, y su novio, Julián Córdoba, de 22, se presentaron en el aeropuerto de Girona-Costa Brava. Tenían que coger un vuelo con destino a Lanzarote. Ya se veían disfrutando del buen tiempo, del sol y del mar. Pero no ha podido ser. El aeropuerto permaneció cerrado hasta las 15.30. "No nos habíamos enterado", explicó Córdoba. Después de una pequeña cola ante los mostradores de Ryanair, la compañía les dio una solución: volar el miércoles. "Pero tampoco nos garantizan que el vuelo salga", lamentaron ambos. La pareja optó por regresar a Vic (Osona), donde viven, y el miércoles volverán. Otra opción hubiese sido cancelar el billete y que la compañía les devolviese el dinero. "Dicen que dentro de unos 15 días nos lo devolverían, pero tampoco está claro", señalaron.

Un grupo de estudiantes de Portugal duermen en el aeropuerto

Lo malo es que el tiempo pasa y las vacaciones se acortan. "Tenía 15 días libres, ahora ya son 12", se quejó Páez. Ryanair les ofreció también un vuelo desde la capital de España. "Pero nadie nos paga el tren o el autobús hasta Madrid y así no nos trae cuenta", aseguró la pareja, que a pesar del enfado se tomó con cierta resignación el cierre del aeropuerto.

Los 108 vuelos de llegada y de salida que tenía previstos para ayer el aeropuerto de Girona se cancelaron, a pesar de la reapertura del aeródromo. El problema es que la mayoría de los trayectos desde Girona los opera Ryanair. La compañía ya anunció el viernes que suspendía todos sus vuelos con el norte de Europa. Se espera que hoy empiece a operar de nuevo desde Girona, pero sólo vuelos nacionales y rutas con el sur de Italia, Malta y el norte de África.

A pesar de los avisos y las recomendaciones, unas 300 personas se acumulaban ayer por la mañana en Girona. Algunos por desconocimiento, como la pareja de Vic. Otros, porque ya habían pasado la noche en el aeropuerto. Fue el caso de 58 estudiantes de la escuela secundaria de Ermesinde, en Oporto (Portugal), que llegaron el sábado a las siete de la tarde. Con cara de cansancio, Ligia Moutinho, de 17 años, y su compañera Francisca Martins, de 18, esperaban un autobús el domingo a las dos de la tarde para regresar a casa. "Son 17 o 18 horas de camino. Hace ya una hora que tendría que haber llegado, pero nada, seguimos esperando", decían las chicas, que durmieron en el suelo.

También fue una jornada perdida para el aeropuerto de Reus, que canceló los 18 vuelos programados. La terminal se mantuvo cerrada durante la mañana y tampoco operó cuando AENA reabrió el espacio aéreo sobre las 15.30 horas. Los vuelos programados ya habían sido cancelados por Ryanair y no despegó ningún avión.

La falta de información centró las quejas del centenar de pasajeros afectados. "No funciona ningún teléfono de información", se quejó Jorge, vecino de Lleida que se desplazó hasta Reus para confirmar que su vuelo a Varsovia había sido cancelado. Se prevé que el aeropuerto opere hoy con normalidad, aunque se recomienda a los pasajeros de que antes de acudir a la terminal confirmen su vuelo con el operador.