El PSdeG exige una rectificación a Feijóo para apoyar la Lei do Solo

El PSdeG demostró ayer su voluntad de mantener la incertidumbre hasta el final. Después de dos rectificaciones sobre el sentido de su voto, está cerca de la abstención en la reforma de la Lei do Solo que hoy se somete a aprobación definitiva en el Parlamento, pero deja una puerta abierta al sí. Y esa puerta es una declaración "solemne" y en sede parlamentaria del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, sobre el alcance del artículo que separa al PP del PSdeG y su incidencia en Touriñán. Según los socialistas, el precepto pactado "bloquea" ese proyecto. El pasado jueves, Feijóo lo negó, lo que hizo saltar por los aires el acuerdo entre los dos grandes grupos.

El capítulo de ayer se escribió en tres actos. A primera hora de la mañana, los negociadores del PSdeG, Xoaquín Fernández Leiceaga y Mar Barcón, se entrevistaron en la Xunta con el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, y los diputados del PP Manuel Ruiz Rivas y Román Rodríguez. Nada trascendió. También a puerta cerrada, los diputados del Grupo Socialista discutieron a continuación sobre el posible sentido del voto. Todo quedó abierto. Por la tarde, la ejecutiva del partido volvió a darle vueltas al asunto.

Pachi Vázquez pide al presidente una "declaración solemne"

El último intento negociador con el conselleiro acabó sin acuerdo

El secretario general, Pachi Vázquez, resumió después la situación ante los periodistas: el grupo socialista se abstendrá, salvo que Feijóo haga "una declaración solemne" que acepte el bloqueo a Touriñán. En ese cabo de la Costa da Morte, Pescanova tiene en proyecto una piscifactoría en Red Natura en cuyo rechazo quieren simbolizar los socialistas la defensa del territorio que, según ellos, ha presidido las negociaciones con el PP. Vázquez exigió "un compromiso explícito" de protección de la Red Natura. Es su "línea roja". "No se puede, por un lado, poner una ley y al mismo tiempo, que el Gobierno anuncie que va a conculcar esa ley", sentenció.

Ninguno de los asistentes a la primera de las tres reuniones de ayer, la que se celebró en Medio Ambiente, acertó a explicar con exactitud los pormenores de la negociación. Una vez cerrada la redacción del artículo que originó la polémica, el 39, que regula los usos en los suelos rústicos de protección natural, el problema era de interpretación. Y Ruiz Rivas, preocupado por la posibilidad de perder el apoyo socialista a la ley, evitó cualquier interpretación tajante a favor de Tourñán. "Se está desviando el problema a un caso concreto; la ley la permitía

[la planta de Touriñán] y lo que hacemos es introducir garantías para que, en su caso, sea compatible con el medio", declaró el portavoz parlamentario del PP.

En la posterior reunión de los diputados socialistas, se perfilaron las dos posturas que conviven en el grupo. De un lado, los tres considerados más próximos al ex presidente Touriño, que ven en la reforma de la ley una traición a la política territorial del bipartito. Se trata de la ex conselleira del ramo María José Caride y de Ismael Rego y Pablo López Vidal. Su defensa del voto negativo se basó no sólo en Touriñán, considerado por ellos una "pantalla" para ocultar lo que consideran una amnistía general de casas y naves industriales ilegales contemplada en la ley.

Enfrente, Mar Barcón, Carmen Gallego, Francisco Cerviño y Modesto Pose defendieron el sí, una vez aceptadas o transaccionadas 33 de sus 45 enmiendas, que según ellos "mejoran la modificación, resuelven problemas actuales y evitan cualquier ilegalidad". Pachi Vázquez abrió la reunión del grupo con una declaración en la que hizo saber su disposición a votar a favor de la ley si se producía la rectificación de Feijóo.

Aunque Vázquez pidió inicialmente que la rectificación viniera de Feijóo, después admitió que fuera "el Gobierno gallego" quien aclare en el pleno de hoy si se bloquea o no Touriñán. El secretario socialista, que reclamó un compromiso "formal y explícito" sobre la piscifactoría, trasladó al PP la división interna que se le atribuye a los socialistas. Así, Vázquez acusó a Feijóo de sostener "lo contrario de lo que mantenía el PP en la comisión parlamentaria" que abordó la reforma.

El acuerdo al que parecía haberse llegado la semana pasada fue, según Pachi Vázquez, un "espejismo que duró lo que tardó Feijóo en dinamitarlo". "Pueden poner un cementerio nuclear si quieren, pero tendrían que conculcar la legislación europea", aseguró.