Francia y España se lanzan a la captura del máximo jefe de ETA

Las fuerzas y cuerpos de seguridad de España y Francia están convencidas de que tras el audaz robo de seis coches cerca de París y el posterior asesinato de un policía francés se encuentra la mano de Mikel Carrera Sarobe, Ata, el actual jefe de la organización terrorista ETA. Aún no hay pruebas que lo sitúen en Dammarie-lès-Lys, pero los expertos están convencidos: participó en la operación.

Ata es uno de los principales objetivos de las policías españolas y francesa. El otro es Arkaitz Aguirregabiria del Barrio, al que las autoridades del país vecino califican como "un alto responsable del aparato militar de ETA", y que ha sido identificado por un testigo del asalto al concesionario. Se busca también a "una mujer de cabellos claros", que según las fuentes de la lucha antiterrorista consultadas "tiene entre 30 y 40 años".

Los investigadores sospechan que Carrera estuvo en la escena del crimen

La policía busca a una mujer "de pelo largo y rubio, de entre 30 y 40 años"

Las dos pistas más concretas proceden del testimonio de ese testigo. Los etarras irrumpieron a las 18.20 del pasado 16 de marzo en el concesionario de coches Contact, hasta el que llegaron en un Peugeot 307 negro y un Citroën C-4. El gerente del concesionario, Antoine de Sousa, ha contado al diario Le Parisien cómo fue el asalto. "Dos hombres y una mujer de pelo largo y rubio se hicieron pasar por clientes. Ataron al vendedor y le obligaron a recluirse en un despacho".

Los etarras no se llevaron los mejores coches del concesionario: robaron vehículos que pudieran pasar desapercibidos. "Estuvieron media hora. Robaron dos Peugeot 307, un Laguna y un Renault Espace, además del BMW del vendedor. (...) A lo largo del día habíamos visto coches un poco extraños pasar y pararse delante de concesionario, pero no prestamos mucha atención (...) Al irse [el comando] la alarma saltó". Eso fue precisamente lo que empujó a la patrulla del brigadier Jean-Serge Nérin a acudir a la zona.

El agente y sus tres compañeros de patrulla sorprendieron en un camino cercano a cuatro de los terroristas, con otros tantos coches robados. En ese momento irrumpieron por el camino al menos dos vehículos, un C-4 verde y un Renault Espace tipo cuatro color azul claro. La refriega a tiros acabó con la vida del agente y con todos los terroristas en fuga menos uno, Joseba Fernández Aspurz, que ya estaba esposado.

El convencimiento policial es que Ata estuvo allí, pero las huellas dactilares halladas en los coches robados que tuvieron que abandonar no sostienen esa tesis. Tampoco están todas las huellas. "Es una operación de su estilo y lleva su marca", aseguran las fuentes consultadas.

Ata sustituyó al frente de la banda a Ibon Gogeaskoetxea tras su detención este mismo año en Normandía. Ese golpe policial dejó a los dirigentes de ETA sin coches para moverse.

El arresto de Ata es ahora la prioridad de Francia y España. La audacia del robo hace pensar a la policía que pueda ser la antesala de una operación mayor. Ilustra en cualquier caso las dificultades de ETA para seguir operando como hasta ahora por la presión policial en Francia.