El baile de los premios
Ya sé que hay quien se asombra de que tal película o tal otra que no han sido apreciadas por el jurado de Cannes, de San Sebastián o de Berlín, luego haya triunfado en los Oscar, los Goya, o la taquilla. ¿Quién se equivocó? ¿Quién acertó? No hay ninguna contradicción. Los festivales, o mejor dicho, los jurados de los festivales —y créanme que lo sé por experiencia— no buscan galardonar la película más imponente o importante de las que pasan por las abarrotadas pantallas de la sección oficial. En realidad, no se sabe muy bien qué buscan. Pero se suelen inclinar por algo novedoso, distinto, y que tenga más que ver con la forma de narrar que con lo narrado. Algunas veces —o casi siempre— los jurados votan a última hora, después de una interminable cena en la que se la lleva el que mejor aguanta, no el que más razón tiene. Eso sin contar con los que votan a la contra, para que no salga su eterno enemigo. Pero pese a todas estas miserias humanas demasiado humanas, de los grandes festivales suele salir premiada una buena película. ¿Por qué? Pues porque casi todas las participantes tienen algo, unos buenos actores, o un tema interesante... Así que salga la que salga, puede que no sea la mejor, pero mala no va a ser.
Imagínense un jurado de cocina que tenga que probar cien platos diarios para discernir el mejor cocinero; algo así pasa en los festivales. Todo el mundo sufre un hartazgo de celuloide y al final el plato... perdón, la película, más exótica, rara y provocativa es la que gana.
En los premios más populares, es decir, aquellos en los que vota más número de gente de gusto no exquisito, las películas agraciadas suelen referirse más al contenido. Así, pequeñas, o por lo menos no tan grandes producciones, pero más emocionantes, salen ganadoras frente a la soberbia de los sabios. Recetas no hay, generalizar es equivocarse y cada película es algo irrepetible. Eso es lo maravilloso del cine. ¿Los premios? No hagan caso. En realidad, los que más en serio se toman los premios son aquellos a los que no se los dan.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Vídeos de ajedrez | Gloriosas ventajas de espacio
Boleto de avión y 3.000 dólares: Estados Unidos aumenta los incentivos para que los migrantes se autodeporten antes de fin de año
La Audiencia Nacional condena a cinco alcaldes del PP y uno del PSOE por el mayor pelotazo de la trama Púnica
El Gobierno mexicano usará agua de Nuevo León y Chihuahua para pagar el adeudo a Estados Unidos
Lo más visto
- Lotería de Navidad 2025, en directo | 79432, el Gordo de la Lotería de Navidad
- Así te hemos contado las elecciones en Extremadura | El PP gana en Extremadura con 29 escaños, pero necesitará para gobernar a un Vox que crece
- Comprobar Lotería de Navidad 2025: consulta la pedrea con los números premiados
- Los jueces del Tribunal Penal Internacional se rebelan ante las sanciones de Trump: “No hay que ceder”
- Oona Chaplin: “Le conté a James Cameron que vivía en una cabaña en los árboles y que estaba iniciando un proyecto de permacultura con una amiga”




























































