La unánime complicidad política
Todos los partidos han tomado decisiones que han demorado la MAT
El presidente de la Generalitat, José Montilla, tiró de las orejas en el pleno del miércoles a sus socios, Iniciativa per Catalunya (ICV-EUiA) y Esquerra Republicana (ERC), por su oposición a la línea de muy alta tensión (MAT) porque con ella, alegó, quizá los efectos del gran apagón provocado por la nevada habrían sido menores. Ecosocialistas y republicanos han acaparado durante estos años el rechazo a la MAT participando en manifestaciones, pero la realidad es que todos los partidos políticos han tomado decisiones, en mayor o menor medida, que han demorado la construcción de la línea que tiene conectar la red con Francia.
La MAT ha suscitado un enorme rechazo desde 2004 a ambos lados del Pirineo. A la Plataforma Ciudadana contra la Línea se sumó después la Asociación de Municipios contra la muy Alta Tensión (AMMAT), formada por 63 alcaldes, afectados o no por el paso de la misma. El colectivo, presidido por Francesc Xavier Quer, alcalde de Crespià, de CiU, dispone de informes que sostienen que el soterramiento de la línea es factible tanto económica como técnicamente. De momento, se enterrará sólo el tramo transfronterizo entre Figueres y Perpiñán. El consejero de Economía, Antoni Castells, ya anunció en diciembre que estaba descartado el soterramiento, lo que desató la indignación de los municipios.
Petición del PSC
Desde hace años, la oposición a la MAT ha despertado una inusual unanimidad en partidos de diferente color político. El Ayuntamiento de Girona, por ejemplo, gobernado por la socialista Anna Pagans, aprobó en 2008 una moción en la que se planteaba el soterramiento de la MAT desde Girona a Perpiñán -o sea, 60 kilómetros más- algo que ingenieros y la Red Eléctrica Española (REE) consideran inviable. Todos los partidos, incluidos los dos ediles del PP, votaron a favor. La Diputación de Girona, gobernada por ERC y PSC, aprobó una moción similar con los votos de CiU.
La resistencia de los ediles a aceptar la línea entró ayer en el Parlament en el terreno de la confrontación política. Joan Ferran, portavoz adjunto del Grupo Socialista, emplazó al presidente de CiU, Artur Mas, a que pida a los alcaldes de su federación que "dejen de obstaculizar la MAT porque ha llegado la hora de la política". En la misma línea que Montilla, Ferran esgrimió que en momentos de nevadas como éstas es "cuando se muestra y se demuestra la necesidad de la MAT". "Él tiene la autoridad política para desatascar la oposición de determinados alcaldes. Sólo así demostrarán que quieren solucionar los problemas y no agravarlos", dijo.
CiU no tardó en replicar. "Que no mire tan lejos y que busque dentro de su propio Gobierno porque Iniciativa y Esquerra son los primeros que se oponen a la MAT y han hecho con ello política de pancarta", señaló Oriol Pujol, portavoz de CiU. Mas, sin embargo, afirmó el jueves en una visita a Lloret y Tossa: "Con la MAT muchos de los actuales problemas de suministro no existirían".
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