Adiós, General Fanjul

No más calle del Crucero Baleares o del Ángel del Alcázar. Adiós a Pilar Millán Astray y al General Fanjul. "¡Simbología franquista fuera de la vista!". A ese grito, jóvenes de colectivos antifascistas exhiben en diversos foros de Internet las 216 placas de calles que han retirado. Todas lucen escudos falangistas u homenajean a personajes vinculados a la dictadura en municipios de Madrid y ciudades castellanas próximas.

La acción reivindicativa, promovida por un colectivo denominado Yesca y con participación de grupos de diversos municipios, se ha enmarcado en un torneo denominado Placa-placa, según indican los organizadores en la página web www.juventudrebelde.org, con "el objetivo de denunciar la presencia de la numerosa simbología franquista en las calles de Castilla

[forma en que el colectivo denomina al conjunto de Madrid y las dos Castillas] que ensalza dicho periodo dictatorial".

El concurso se concibió como una respuesta a la incompleta aplicación de la Ley de Memoria Histórica. La competición comenzó en octubre de 2009 y concluyó en febrero. "Ya que las autoridades no cumplen con su obligación, según la Ley de Memoria Histórica aprobada por el mismo Gobierno del PSOE hoy en el poder, es bueno que los ciudadanos retiren todo lo que todavía hoy en las calles de nuestro Estado homenajea a los criminales y genocidas franquistas", explicaba en un blog José Luis Forneo, simpatizante del colectivo.

Las placas proceden de Madrid, Pozuelo, Fuenlabrada, Segovia, Toledo y Cuenca. La iniciativa ha pillado por sorpresa a algunos ayuntamientos que, como el de Fuenlabrada, afirman no tener constancia de ningún robo. "En nuestro caso es porque ya hemos retirado prácticamente toda la simbología", argumenta una responsable del Ayuntamiento fuenlabreño. En Pozuelo la respuesta es similar: "Sólo queda una plazuela, la de José Antonio, por cambiarle la rotulación".

En la ciudad de Madrid, donde se produjeron la mayoría de las sustracciones a tenor de las fotos en páginas de asociaciones de extrema izquierda, el Ayuntamiento ha negado que se trate de un movimiento organizado. "No es un fenómeno extendido. Las asociaciones de extrema izquierda están muy controladas, y no han sido ellas. Son actos de puro vandalismo", explicaba una portavoz de la Policía Local. Visto que las calles no pueden quedar sin señalizar y aún no está previsto retirar el nombre franquista de las afectadas por los robos, Madrid continuará reponiendo las placas como hace con cualquier mobiliario urbano extraviado o deteriorado.

"Pensamos que la retirada de simbología franquista debe darse independientemente de que se hayan organizado torneos para ello o no, por eso los animamos a seguir limpiando nuestras calles", afirma el colectivo Yesca.