El Parlamento ucranio fuerza la caída de Timoshenko

La Rada Suprema (Parlamento) de Ucrania provocó ayer la caída del Gobierno dirigido por Yulia Timoshenko, que anunció su paso inmediato a la oposición sin esperar a que las fuerzas responsables de su salida del Ejecutivo se pongan de acuerdo para sustituirla y formar un nuevo Gabinete. La destitución del Gobierno fue sometida a la votación de la Cámara por el Partido de las Regiones, la base de poder del presidente, Víctor Yanukóvich.

Timoshenko, de 49 años, ejercía como primera ministra desde diciembre de 2007 y ya desempeñó el mismo cargo durante cinco meses en 2005. En una apasionada alocución ante la Rada, la combativa Timoshenko anunció que se dispone a liderar un "equipo democrático unido" para defender a Ucrania de la "nueva desgracia sufrida", entendiendo por tal la llegada al poder de Yanukóvich, que la derrotó en los comicios presidenciales.

A favor de la destitución del Gobierno votaron 243 diputados, entre ellos 172 de Regiones, 15 del grupo formado en torno a Nuestra Ucrania (los partidarios del anterior presidente, Víctor Yúshenko), 19 del bloque de Vladímir Litvin (el jefe de la Rada), 17 comunistas, tres independientes y siete legisladores del partido de la misma Timoshenko. La víspera, se había disuelto oficialmente la coalición parlamentaria que sustentaba el Gobierno de Timoshenko (el partido de ésta, el bloque de Litvin y Nuestra Ucrania).

Formar una nueva coalición y un nuevo Gabinete parece más difícil que haber acabado con la vieja coalición y el viejo Gobierno, a juzgar por la correlación de fuerzas y las ambiciones de los políticos cortejados por Regiones. Para pactar con Yanukóvich, Nuestra Ucrania, la pieza clave para formar un Ejecutivo estable, exige el puesto de jefe de Gobierno, un cargo para el que se baraja el nombre del ex candidato presidencial Arseni Yazeniuk y también el del mismo ex presidente Víctor Yúshenko.

Los partidos políticos representados en la Rada tienen un mes para formar una nueva coalición y dos meses para formar Gobierno, y si en ese tiempo no han logrado ponerse de acuerdo, se convocarán elecciones legislativas.

Por ley, Timoshenko debería seguir en funciones hasta el desenlace del proceso parlamentario, pero la primera ministra decidió marcharse en un máximo de 48 horas y alegó que se iba de vacaciones. Sus funciones serán ejercidas por uno de sus adjuntos y anoche había cierta confusión sobre si todos los ministros seguirían en funciones hasta ser sustituidos. Tras su portazo, Timoshenko, reencarnada plenamente en su papel de líder de la oposición, indicó que no dejará descansar al presidente. "Si Yanukóvich piensa que dentro de una semana va a jugar tranquilamente al golf y al tenis, y que su entorno se repartirá sigilosamente la propiedad estratégica del Estado, puedo decir que hoy se le acaba el golf y el tenis y que cada día tendrá que rendir cuentas frente al país y frente a la oposición. Cada día tomaremos el pulso".

La alocución de Timoshenko indica que la dama de la revolución naranja va a adoptar una posición más nacionalista frente a Yanukóvich, que esta semana ha visitado Bruselas y que mañana viernes acudirá a Moscú.