Barreda moviliza contra el almacén nuclear al PSOE de Castilla-La Mancha

El presidente de Castilla-La Mancha, el socialista José María Barreda, sacó ayer músculo y movilizó a todo el partido en la comunidad en su pugna con el Ministerio de Industria por el almacén nuclear. A la marcha en Guadalajara contra la instalación -en la que participaron unas 8.000 personas- no sólo acudió todo el equipo de gobierno castellanomanchego, sino que se sumaron los nueve diputados del PSOE por Castilla-La Mancha. El PP envió una delegación menor, con el alcalde de Guadalajara a la cabeza de la pancarta contra la posibilidad de que el almacén nuclear vaya a Yebra. El silo atómico sigue enredando a los partidos.

Barreda llegó a la manifestación poco antes de las seis de la tarde arropado por todos sus consejeros y por diputados socialistas como el ex secretario de Estado de Comunicación Fernando Moraleda. "Aquí estoy, con mis paisanos", afirmó Barreda al ser preguntado sobre si el Gobierno le había pedido que no acudiera a la marcha: "Hoy se aleja aún más la posibilidad de que el almacén nuclear venga a Castilla-La Mancha porque espero que el Gobierno escuche el clamor".

Cospedal no asistió, pero el PP provincial portó una pancarta contra Zapatero

Barreda marchó en segundo plano -la marcha estaba convocada por la Plataforma Anti-Cementerio Nuclear-, pero fue el protagonista de la jornada. La imagen de un presidente autonómico socialista desfilando contra un proyecto del Gobierno de su mismo partido es insólita. El presidente regional explota su oposición al Gobierno en asuntos como el trasvase al Segura o el almacén nuclear.

El Gobierno considera, sin embargo, que los réditos de esta postura compensan la imagen. Cree que, con su postura, Barreda deja en evidencia a la secretaria general del PP y líder en Castilla-La Mancha, Dolores de Cospedal. "Ella va siempre en dirección contraria a la gente. No está hoy aquí ni estuvo en Talavera", en la manifestación contra el trasvase al Segura, declaró Barreda.

El PP nacional apoya el almacén para los residuos radiactivos de toda España y afirma que avalará cualquier elección del Gobierno. Sin embargo, Cospedal se opone a que vaya a Yebra, cuyo alcalde es del PP. A la vez, no tiene inconveniente en que vaya Villar de Cañas (Cuenca). Ayer Cospedal no acudió a la marcha, estaba en un seminario contra el paro en Talavera de la Reina.

Pero sí acudieron cargos populares. Casi al final de la marcha, con su propia pancarta -"No al ATC en Guadalajara. ZP cumple con la ley"-, el presidente provincial y alcalde de Guadalajara, Antonio Román, encabezó una delegación en la que había diputados y alcaldes: "Zapatero es el único responsable de que haya hoy aquí una manifestación". Román negó la existencia de contradicciones en el partido. Afirmó que había hablado con Cospedal y que "entiende la oposición del PP de Guadalajara porque no hay consenso social ni político". "Que se instale el ATC, en casa de ZP", coreaban los populares.

En la manifestación había agricultores, charangas de los pueblos y ecologistas visiblemente satisfechos, como Francisco Castejón, de Ecologistas en Acción: "Ha sido un éxito. Es imposible que lo instalen aquí". Los organizadores calcularon "casi 20.000 personas", el doble de la cifra que hace 20 años marchó por el mismo motivo en Guadalajara. La Policía Local cifró la asistencia en 4.000 personas. "Es mucho para Guadalajara, pero poco para Castilla-La Mancha", declaró el alcalde de Guadalajara, en alusión a que el PSOE había movilizado gente de otras provincias.

Era el caso de Ramón Díaz Peinado, empleado jubilado de una papelera, que llegó desde La Solana (Ciudad Real) en uno de los autobuses que movilizaron los socialistas: "España es muy grande. Que pongan el cementerio en otro sitio", resumió.