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Catástrofe en Chile

El temor al 'tsunami' recorre el Pacífico

Medio centenar de países ponen en alerta a sus residentes en las costas - Obama dirige en persona los planes de emergencia previstos para Hawai

Yolanda Monge

Encerrado en la conocida situation room, donde se reúnen los gabinetes de emergencia y donde se afrontan las crisis en la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dirigía ayer las medidas de precaución tomadas en los territorios estadounidenses, especialmente en el archipiélago de Hawai. "No podemos controlar la naturaleza, pero podemos tomar las medidas necesarias para reducir los daños", declaró el presidente de EE UU.

Las primeras olas del tsunami que amenaza a medio centenar de países en torno al Pacífico llegaron a mediodía (23.00, hora peninsular española) a Hawai. Las playas habían sido desalojadas previamente y la población, incluidos los turistas, se había refugiado en el interior. Las olas alcanzaron casi un metro más que su nivel habitual, según el Centro de Alertas de Tsunami del Pacífico, y no causaron daños materiales ni personales reseñables, informa Efe. La alerta fue levantada poco después.

Cuando despuntaba el alba, a las seis de la madrugada del sábado (17.00, hora peninsular española), las sirenas empezaron a sonar en Hawai. Era un mensaje para pedir a la población que permaneciera en sus casas y a aquellos que residen más cerca de las costas, que evacuaran inmediatamente el litoral. "Lo mejor que pueden hacer es seguir las instrucciones que les den las autoridades", dijo Obama en su mensaje.

Obama, que estuvo acompañado durante parte del día por la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, se mantuvo en contacto frecuente con algunos responsables locales y habló por teléfono con la presidente chilena, Michelle Bachelet, a la que ofreció toda la ayuda que ese país pueda necesitar.

Tanto en Hawai, el lugar de nacimiento del presidente Obama, como en Samoa, los dos territorios estadounidenses más amenazados, la población reaccionó rápidamente ante la alerta. "Ha habido muy buena organización y nos han avisado con mucho tiempo, así que estamos preparados y tranquilos", declaraba el arquitecto español Francisco Gutiérrez a este periódico desde Honolulu.

"De los supermercados han desaparecido el agua y la comida en lata", puntualizaba Gutiérrez, que a las 6.30 de la mañana ya estaba en un centro comercial. Su mujer, Macala Velayos, asegura que reaccionaron con calma y que no sintieron miedo. "Saltamos de la cama y encendimos la televisión, entonces supimos lo que sucedía", dice Velayos, quien confirma que las alarmas son algo común en la zona, pero como simulacro. La pareja española, padres de una niña de dos años y medio, dicen sentirse tranquilos y confiados porque viven en una colina. Unos amigos suyos se trasladaron con ellos, ya que residían en la playa.

"Aquí estamos seguros", insiste la joven madrileña. "Aunque es muy extraño ver todos los barcos en alta mar marchándose de los puertos para ponerse a salvo, como una inmensa regata", confiesa Velayos. Seis navíos de la flota estadounidense en el Pacífico abandonaron el puerto de Pearl Harbor rumbo a alta mar como medida de precaución, informa Reuters.

El aeropuerto internacional de Hilo, el primer punto de Hawai alcanzado por el tsunami, fue cerrado. En Honolulu, la gasolina se agotó en algunos sitios. Las autoridades hawaianas habían advertido que era difícil calcular con exactitud el daño que podría causar el tsunami, pero que era necesario prepararse para efectos graves. "Estamos ante una situación muy peligrosa", advirtió ayer el portavoz del servicio de emergencias de Hawai, John Cummings. Semejantes medidas de precaución se adoptaron en Japón, Australia, Canadá, la Polinesia y Tonga. También en las islas Galápagos, pertenecientes a Ecuador.

Viviendas destruidas por el terremoto, en la ciudad de Talca, en el centro de Chile.
Viviendas destruidas por el terremoto, en la ciudad de Talca, en el centro de Chile.ASSOCIATED PRESS
Varios coches volcados  tras el derrumbe de  una autopista  cerca de Santiago.
Varios coches volcados tras el derrumbe de una autopista cerca de Santiago.ASSOCIATED PRESS

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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