La telefonía móvil desconoce la crisis

Cada año se ven menos móviles en la feria del móvil. En un fenómeno paralelo a lo que ocurría en las ferias de ordenadores, que casi no había. No es una señal de decadencia, sino, todo lo contrario, de salud del sector, eso sí cada vez más amplio y variado, y con el dinamismo propio de una industria que aún no ha alcanzado su madurez.

El Mobile World Congress, el congreso mundial de la industria del móvil que anualmente se celebra en Barcelona, se clausura hoy y los reyes de la feria no han sido un operador, ni siquiera un fabricante de teléfonos. Los reyes han sido Steve Ballmer, jefe de Microsoft, una empresa de software que presentó su nuevo sistema operativo para móviles, y Eric Schmidt, el jefe de Google, un buscador de Internet.

Todo un símbolo de por donde discurre esta industria que, a diferencia de la historia del software o de la misma telefonía fija, no va a tener grandes monopolios.

El fantasma de Apple, tan ausente y, sin embargo, tan protagonista en Barcelona como en cualquier otro show de tecnología que no sea el suyo. La firma, en realidad, sólo vende el 2,5% de todos los móviles que se compran en el mundo; pero crea tendencias. El premio de la feria que reconoce al personaje del año fue para Steve Jobs.

Eric Schmidt, el jefe de Google, apareció para calmar las aguas más que para disparar bombazos. Una empresa que tiene por eslogan don?t be evil (no seas malo) se ha peleado últimamente con el gobierno chino, con los editores de libros, con las operadoras, con asociaciones que velan por la privacidad...Demasiados frentes abiertos, así que Schmidt intentó tranquilizar a operadoras y fabricantes avisando que hay pastel para todos.

Según la consultora IDC, el teléfono móvil mueve en todo el mundo 620.000 millones de dólares, el 57% del mercado de las telecomunicaciones; pero este año supondrá ya el 62%. No hay otro sector con despegue tan rápido.

Y Google no va a renunciar a estar en las pantallas de los teléfonos y en muchas más cosas del sector. De hecho, Schmidt anunció su nuevo mantra: "Lo primero, el móvil".

60.000 Android al día

Y los datos lo avalan. Hace un año sólo existía un móvil con sus sitema operativo Android. Un año después rondan el centenar. Según Schmidt, cada día se venden 60.000 aparatos Android y, predicando con el ejemplo, pidió que todos los sistemas operativos móviles fueran abiertos.

La feria de telefonía móvil es más móvil que telefónica. El efecto iPad de Apple se ve en la reaparición de los tablet, marcos que con sólo apretar un botón te conectan instantáneamente a Internet.

Schmidt ve en un futuro próximo la traducción por voz de las llamadas, y hasta un diagnóstico médico estornudando sobre el móvil. Aplicaciones de ciencia ficción, pero no tanto, ya que en el stand de Telefónica, con una webcam y una aplicación en el ordenador, te detectan tu nivel de estrés, tensión y fatiga con sólo mirar a la cámara.

Ya es una realidad la búsqueda en Google por voz en inglés, alemán, mandarín y japonés y pronto aplicará el reconocimiento óptico para traducir a texto lo que aparezca en una fotografía.

El software está consiguiendo con el móvil lo que antes logró con el ordenador: que sirva para todo. De hecho el móvil es un ordenador andante y personal, "una extensión de nosotros mismos", según definición de Schmidt. Antes se presta el coche que el móvil.

Aunque los automóviles van a ir cargados de imágenes de televisión y de Internet de alta velocidad, todo va a depender, como siempre, de la evolución de las redes de alta velocidad de las operadoras y de los estándares para la transmisión televisiva.

Alrededor del software crecen las empresas de aplicaciones, muy presentes en Barcelona, especialmente donde se ve más dinero, es decir, en los telepagos y los servicios bancarios, además de los videojuegos. "Dos horas al día nuestros ojos están mirando la pantalla del móvil".

Este dato estremecedor lo dejó caer Vittorio Colao, nuevo director general de Vodafone, en su discurso en la feria. A la caja tonta le dedicamos 4 horas y 21 minutos, pero, de momento, con mucha menos interactividad. Y todo hace prever que, así como Internet le roba tiempo a la televisión, también lo hará el teléfono entre la población más joven y dinámica.

Colao pronostica que los próximos cinco años supondrán una nueva era en la industria del móvil, comparable al inicio de los noventa. "El crecimiento de las ventas de los smartphones y las redes móviles de alta velocidad será los catalizadores de esta nueva era". Uno de cada cuatro aparatos que vende Vodafone son smartphones, con crecimientos anuales del 40%.

Para que esa nueva primavera del móvil llegue cuanto antes son necesarios, según Colao, competencia, inversión y apertura tecnológica y normativa, para evitar el retorno a los mercados monopolísticos.