"España no puede permitirse invertir menos en Universidad que la OCDE"

De los 104 puntos del documento para el pacto del Ejecutivo hay apenas 14 propuestas relacionadas con las universidades. El PP hizo hincapié la pasada semana en la Comisión de Educación del Congreso en que la política universitaria debe ser una parte importante del Pacto de Estado. El presidente de la Conferencia de Rectores (CRUE), Federico Gutiérrez-Solana (Bilbao, 1953) fue nombrado el pasado mayo precisamente en sustitución del ministro de Educación, Ángel Gabilondo. Gutiérrez-Solana, rector de la Universidad de Cantabria, advierte de que "la Universidad no puede quedarse fuera" del pacto y recuerda que así lo ha pedido el Consejo de Universidades. Argumenta que "esta etapa educativa tiene gran incidencia social y que en ella se prepara a los formadores de todo el sistema". Obsesionado porque este pacto sirva para que la sociedad entienda que invertir en conocimiento es invertir en el futuro del país, el rector recuerda además que la universidad es la que "prepara a las personas durante toda la vida para que se puedan adaptar a los nuevos conocimientos y avances".

"Es más importante generar personas con alta capacidad que carreteras"

"El tejido privado debe confiar en que invertir en esto es bueno para todos"

Pregunta. ¿Qué temas universitarios debe incluir el pacto?

Respuesta. Establecer un marco educativo de calidad, una proyección del conocimiento universitario a metodologías y apoyo formativo para el resto del sistema educativo, una coordinación directa de la etapa superior con el resto y una proyección de los procesos formativos con la demanda social. Debemos además propiciar una educación que valore el propio sentido de investigar, de generar conocimiento como punto de partida para poner la cadena de conocimiento en valor de cara a la sociedad e incidir en aspectos que tenemos más débiles, como la transferencia del conocimiento a la sociedad para su demanda de desarrollo.

P. Hay sobre la mesa una propuesta de financiación del Consejo de Universidades. ¿Es este pacto una oportunidad para garantizar la adecuada financiación que llevan años pidiendo?

R. Desde luego que sí. Tiene que incluir un modelo de financiación para la universidad. El pacto puede reforzar un asunto clave: que la sociedad tenga confianza en las universidades. Si en el marco del acuerdo los agentes sociales reconocen el valor de éstas, sin duda la sociedad entenderá mejor ese valor y dará prioridad a la inversión en la universidad.

P. ¿Cuánto dinero precisa la universidad para ser competitiva?

R. La referencia son los valores medios de la OCDE. España no puede permitirse invertir menos en universidad que la media de la OCDE. Se debe destinar el 1,5% del PIB para educación superior y el 2% para I+D+i. Si queremos poner en valor el conocimiento que se genera en España no podemos estar un punto y medio por debajo de la media en inversión en educación superior, y por debajo del 2% en el conjunto de la inversión pública y privada en I+D+i. Y hay que conjugar además la participación pública y privada. Es verdad que la parte pública ha hecho un esfuerzo en los últimos años, pero tenemos que alimentar la participación de la privada. Es fundamental establecer unos vínculos de confianza para que el tejido privado entienda que el invertir en centros de investigación es bueno para todos, y para ellos mismos.

P. La internacionalización de la educación superior es una prioridad en muchos países. ¿Cree que debe garantizarse en el pacto la continuidad del proyecto de creación de campus de excelencia que integran agentes sociales y universidades para hacer éstas más competitivas?

R. Sí. Los campus de excelencia han incentivado que las universidades hagan un análisis de todas sus capacidades, estén tratando de ponerlo en valor y se hayan estimulado para buscar la diferencia. Pero este proyecto no ha tenido el esfuerzo de financiación que merece.

P. ¿Ha sido un revulsivo para las universidades? ¿Ha desarrollo su sentido competitivo?

R. Internamente sí ha sido un revulsivo. Pero para que no se quede en el papel, necesitamos más inversión. Como consecuencia de todo este proceso se va a alcanzar otro valor: el nivel de todas las universidades va a subir y se va a mejorar la transferencia de conocimientos a la sociedad.

P. ¿Cree que este proyecto va a ser a largo plazo lo más importante que ha hecho el Gobierno por el futuro del país?

R. Hacer una buena gestión del conocimiento y planificarla no tiene un efecto inmediato, y algunos no ven rentable esa visibilidad. Pero permitir esto es el gran error que no podemos cometer como sociedad. Hay que empezar ya y con fuertes inversiones porque lo necesitamos. Es más importante generar personas con alta capacidad de conocimiento en el futuro que carreteras. La capacidad de generar nuevas cosas a partir de las personas es lo que nos permitirá generar nuevas infraestructuras, y todo lo demás que acompañe a los procesos de desarrollo.

P. El fracaso escolar en la ESO es el nudo gordiano del pacto. Desde la universidad se ha achacado en muchas ocasiones a las etapas anteriores la bajada de nivel con el que llegan a ella los alumnos. ¿Cree que es cierto que ha descendido ese nivel?

R. Estamos viendo, en los estudios comparativos internacionales, que hay que subir un poquito la pendiente para que los resultados sean mejores. Esto no quiere decir que los chicos sean peores que antes sino que el nivel en el mundo está creciendo. Estamos perdiendo competitividad y no nos lo podemos permitir.