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Reportaje:

La movida echó a andar en Caminos

Se cumplen hoy 30 años del concierto que dio origen a la nueva ola madrileña

Rosa Rivas

Un día como hoy, 9 de febrero, pero de 1980, un montón de jóvenes unidos por la música fraguaban sin saberlo el germen de la llamada movida madrileña. En la Escuela de Caminos de la Universidad Politécnica de Madrid se juntaron 1.000 personas para escuchar a los grupos que molaban en la escena pop del momento: Alaska y Los Pegamoides (Olvido Gara, Carlos Berlanga, Nacho Canut, Eduardo Benavente, Ana Curra), Nacha Pop (con Antonio Vega), Paraíso (con Fernando Márquez, El Zurdo), Mermelada, Mamá (con José María Granados), Trastos, Mario Tenia y Los Solitarios... y Tos. Porque el embrión de Los Secretos, liderado por los hermanos Enrique, Álvaro y Javier Urquijo, había perdido a su batería, José Enrique Cano, Canito, atropellado por un coche en la Nochevieja de 1979.

El homenaje al músico de Tos se fraguó entre copas en La Vía Láctea y el Penta (bares emblemáticos de Malasaña): lo hablaron Enrique Urquijo (que luego desaparecería también de forma trágica en 2001) y José Vegas, programador cultural de la Escuela de Caminos. Y se hizo.

Caminos abrió senda luego a centenares de conciertos: Derribos Arias, La Mode, Aviador Dro. Las aulas eran camerinos y los pupitres mesas de maquillaje. También proliferaban las actividades cinematográficas. Además, un enrollado director de la escuela (José Antonio Torroja, padre de Ana, la cantante de Mecano) apoyaba ese festivo jaleo cultural. La Universidad y las radios animaban entonces la escena de la ciudad.

En el homenaje a Canito no se vendieron entradas, se repartieron invitaciones a los radioadictos: los oyentes de Radio 2 (en Radio Nacional), de Onda Dos (Radio España) y Radio Popular FM. Entonces no había convocatorias por SMS o redes sociales en Internet. El imán eran los micrófonos.

"Muchos de los que abarrotaron aquel concierto del 9 de febrero no sabían bien quién era Canito, pero para casi todos significó el nacimiento de la nueva ola madrileña", escribió en este diario la periodista Amelia Castilla, que vivió ese día "al lado del escenario, en segunda fila". Porque aún no se hablaba de movida, esa etiqueta que duró toda la década de los ochenta.

Los que se dieron cita en Caminos convivían en el panorama sonoro con el rock urbano de Burning, Leño y Asfalto, pero saltaron a la posteridad en un cóctel estético y musical que mezclaba el glam, el punk, el tecnopop y atisbos de poesía urbana. La década de los ochenta tuvo su etiqueta: la movida.

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Los buceadores en el baúl de los recuerdos pueden sumergirse en YouTube y en la videoteca de RTVE, que recupera imágenes del espacio Popgrama , que registró el documento. Este año no hay homenajes en forma de conciertos, pero en abril de 2006 sí hubo un recuerdo musical, además de una exposición fotográfica y debates sobre la movida y la labor cultural de la Escuela de Caminos de la Universidad Politécnica de Madrid. Lo organizó David Novaes, entonces "un chavalillo de 16 años" que disfrutó aquel día histórico de 1980 dedicado a un músico ausente.

Derribos Arias, entre los pupitres que la Escuela de Ingenieros de Caminos tenía en los años setenta.
Derribos Arias, entre los pupitres que la Escuela de Ingenieros de Caminos tenía en los años setenta.MIGUEL TRILLO / CHEMA CONESA

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Sobre la firma

Rosa Rivas
Periodista vinculada a EL PAÍS desde 1981. Premio Nacional de Gastronomía 2010. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense. Master en Periodismo Audiovisual por Boston University gracias a una Beca Fulbright. Autora del libro 'Felicidad. Carme Ruscalleda'. Ha colaborado con RTVE, Canal +, CBS Boston y FoolMagazine.

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