60.000 donantes de sangre hacen autosuficiente al País Vasco
Más de 60.000 personas donaron sangre el año pasado en el País Vasco. Con un total de 103.000 donaciones, casi un 1% más que 2008, la región pudo ser autosuficiente en relación con los productos derivados de la sangre y que se emplean en las transfusiones clínicas. El director del Centro Vasco de Transfusiones y Tejidos Humanos de Osakidetza, Miguel Ángel Vesga, presentó los datos en una rueda de prensa en Bilbao y calificó 2009 como "un buen año".
Álava, con una media de 72 donaciones por cada 1.000 habitantes, se convierte en "la primera potencia a nivel mundial en donaciones", según destacó el presidente de la Asociación de Donantes de Álava, Francisco Cintero.
Los indicadores en esta materia colocan al País Vasco, con 48 donaciones por cada 1.000 habitantes, por encima de la media española (38). Del total efectuadas el año pasado, la mayoría fueron convencionales (96.235), seguidas de las donaciones específicas de algún componente de la sangre (5.808) y de las autólogas, realizadas por pacientes para su propio uso en ciertas situaciones (958).
La donación de sangre, que es voluntaria, anónima y no remunerada, permite que unas 53.000 personas al año puedan recuperar su salud o mejorar sus condiciones de vida en el País Vasco. El responsable del centro vasco de Transfusiones, además, explicó que el incremento progresivo de la asistencia "requiere cada vez mayor número de donaciones de sangre para el correcto funcionamiento sanitario", resaltando que la solidaridad de los ciudadanos "sigue siendo la única manera de obtener estos componentes terapéuticos estratégicos y es un signo de madurez cívica".
Objetivos para el 2010
Los objetivos para este año se centran en seguir aumentando el número de donaciones. Según Vesga en 2010 habría que alcanzar un total de 104.000 "para que todo funcione" y que unas 500 personas acudan a donar al día. El objetivo es que cerca del 5% de la población entre los 18 y 65 años sea donante habitual.
Los meses de enero y febrero son especialmente frágiles para la donación de sangre, por lo que Osakidetza ha recordado con especial hincapié la necesidad de que los ciudadanos colaboren.
El consumo de sangre se dirige a cubrir las necesidades sanitarias habituales que requieren transfusiones. Cerca del 70% se destina a la cirugía y el resto a oncología y enfermos crónicos. Además, es preciso tener una reserva de sangre para posibles emergencias, de manera que se pueda garantizar el suministro una semana o diez días.
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